Para la Familia Salesiana de la República Checa, esta es una oportunidad para reflexionar más profundamente sobre el legado dejado por Štěpán Trochta. Su memoria aún está viva en su pueblo natal, Francova Lhota, a través del museo y los programas educativos que transmiten su recuerdo a las generaciones más jóvenes.
El aniversario de este año será recordado de manera especial el 6 de abril, con una función solemne en la catedral de San Esteban en Litoměřice y en los días siguientes en otras ciudades relacionadas con la vida de Trochta. Durante todo el año se llevarán a cabo conferencias y exposiciones, y se producirán un podcast, películas, programas de radio y libros sobre su vida.
Štěpán Trochta nació el 26 de marzo de 1905 en el pueblo de Francova Lhota. Desde joven mostró un talento extraordinario y tuvo el deseo de servir a los jóvenes como sacerdote. Un deseo que lo llevó a los Salesianos, en Italia. Se formó, obtuvo su doctorado en Teología en Turín, en el Instituto Crocetta, y fue ordenado sacerdote en la Basílica de María Auxiliadora en 1932. Se comprometió activamente en la formación de los jóvenes checos, futuros salesianos, y desempeñó un papel fundamental en la llegada de los primeros salesianos checos a Fryšták y posteriormente a otras partes del país. Dirigió la construcción de las casas salesianas y trabajó entre los jóvenes.
Durante la Segunda Guerra Mundial fue deportado y encarcelado en los campos de concentración de Terezín, Mauthausen y Dachau. Después de la guerra, se dedicó a la renovación de las estructuras de la Iglesia y de su país, culminando con su nombramiento como Obispo de Litoměřice en 1947. Su lema episcopal "Trabajo - Sacrificio - Amor" no solo fue el programa de su ministerio, sino también la caracterización de su vida.
Como Obispo trabajó para reconstruir y revitalizar la diócesis de Litoměřice, que había sufrido las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial y el desplazamiento de los habitantes originales alemanes. Durante el régimen comunista fue encarcelado varias veces y perseguido por su valiente defensa de la Iglesia y la fe. Después de ser liberado de la cárcel, trabajó en empleos civiles durante varios años antes de que el régimen le permitiera volver al trabajo pastoral. Durante este tiempo, ordenó secretamente a treinta sacerdotes.
Štěpán Trochta fue creado Cardenal in pectore en 1969. Este nombramiento se mantuvo en secreto durante mucho tiempo y el público solo se enteró en 1973. Este acto provocó la ira del régimen comunista, que intentó limitar sus actividades. Sin embargo, continuó siendo activo como voz de fe y esperanza en tiempos de persecución.
Murió en 1974, después de un interrogatorio agotador y humillante que duró seis horas. Aunque las autoridades comunistas intentaron evitar un funeral público, este último se convirtió en una demostración de fe. En el funeral también participó el arzobispo de Cracovia, Karol Wojtyła (luego Papa Juan Pablo II), quien en su elogio describió a Štěpán Trochta como un mártir. Su vida y su obra permanecen en el corazón de muchas personas como un recuerdo de coraje, sacrificio y amor a Dios y al prójimo.
Este aniversario debe ser considerado no solo como una oportunidad para recordar el pasado, sino también como una inspiración para el futuro. Štěpán Trochta ha sido para muchos una luz de fe y esperanza, y su legado aún está con nosotros hoy. Se celebrará su vida y se recordarán sus valiosas enseñanzas, que indican el camino del amor, la dedicación y el servicio al prójimo.
Como hace cincuenta años, hoy sigue siendo válida la apelación del cardenal Štěpán Trochta: "¡Queridos amigos y benefactores de la obra de Dios! Todos necesitamos una renovación interior, una reconciliación con Dios y con los demás. Depende de cada uno de nosotros. Corresponde al sacerdote, al laico y a los estudiantes. ¡Despertemos de la indiferencia, la insensibilidad y la comodidad! Dejemos las quejas egoístas y cobardes a los demás. ¡Coraje!"
