El verdadero sentido de la sinodalidad, la riqueza de la diversidad, el papel que desempeñan las bautizadas y los bautizados en el seno de la Iglesia, la actividad misionera, el ecumenismo y el diálogo interreligioso, el papel de la mujer en la perspectiva del diaconado femenino y la evolución digital, sin olvidar a los jóvenes de los países pobres del mundo que están completamente aislados del uso de las tecnologías más modernas. Estos son algunos de los temas que se han abordado en la mañana del lunes, durante los trabajos sinodales en curso en el Vaticano. Así se ha puesto de manifiesto en el briefing con periodistas celebrado esta tarde en la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
"También se han examinado los primeros informes de los círculos menores", explicó Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación y presidente de la Comisión para la Información, quien precisó que la sesión "se abrió con el agradecimiento de los miembros al Papa por su exhortación apostólica C'est la confiance dedicada a Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz (Santa Teresita de Lisieux, ed.) publicada ayer". El prefecto también quiso señalar que los mismos miembros recordaron "con un largo aplauso el aniversario, que cae hoy, de la elección de Juan Pablo II y el aniversario de algunas ordenaciones sacerdotales". Además, Ruffini compartió con los periodistas la noticia de la reunión del viernes pasado de la comisión ordinaria del Sínodo, que había evaluado "el camino recorrido hasta ahora y la calidad y belleza de la escucha".
Sobre el proceso sinodal puesto en práctica en el Sínodo, se detuvo el Padre Vimal Tirimanna, de la Congregación del Santísimo Redentor, teólogo de Sri Lanka. "Al venir aquí -dijo- pensé que la sinodalidad era un cliché, pero tuve que cambiar de opinión. El Sínodo empezó hace tres semanas y me di cuenta de que aquí se vive realmente la sinodalidad". El sacerdote destacó cómo esto se refleja también en la disposición de las mesas: "Cuando te sientas, en mesas redondas, junto a obispos, cardenales, mujeres y laicos, te das cuenta de que estás en una Iglesia sinodal y no sólo piramidal". Una condición, quiso señalar, que no es idea del Papa Francisco sino que "recuerda completamente al Concilio Vaticano II". Tirimanna confió en que este modelo pueda exportarse también "fuera del propio Sínodo".
Una de las que se alegra de que la sinodalidad sea cada vez más una realidad es la hermana Patricia Murray, del Instituto de la Bienaventurada Virgen María y secretaria ejecutiva de la Unión Internacional de Superioras Generales. Dijo a los periodistas que "durante veinte años, en mi congregación, he experimentado la sinodalidad poniendo a Jesús en el centro y escuchando a los demás. Me entusiasma ver que este método se ha hecho propio del Sínodo y se abre camino en toda la Iglesia". La religiosa también explicó que durante los trabajos del sínodo se escuchan todas las voces en libertad y que "se llega a los círculos más pequeños preparado para discernir mejor. También debemos aprovechar el tiempo para rezar, una dimensión importante a la hora de examinar los relatos que nos llegan de hermanos de otros países y culturas".
La reciente Exhortación Apostólica sobre Santa Teresa de Lisieux también conmovió al obispo auxiliar de Praga, monseñor Zdenek Wasserbauer, que vio en este documento una brújula para todo el Sínodo. "Durante estos trabajos -dijo a los periodistas- percibí muy claramente la palabra misión, es un punto clave para nosotros. Y Santa Teresa de Lisieux es copatrona de las misiones”. Hay dos razones por las que el obispo ve la exhortación como una guía, un faro: "La primera está relacionada con el hecho de que la Santa, cuando entró en el Carmelo, tenía el deseo de salvar almas. Pues bien, me di cuenta de que aquí los 400 miembros se reúnen todos los días buscando el bien de los demás, su salvación. La segunda razón se refiere a la noche oscura que Santa Teresa de Lisieux sintió en su alma en 1856. Algunos dicen que aún hoy la Iglesia del Tercer Milenio atraviesa la oscuridad: aquí, el Sínodo es una luz que ilumina las tinieblas".
Respondiendo a las preguntas de algunos periodistas sobre si se había hablado o no del dolor de las personas lgbtq+, la Hna. Murray dijo que "se ha hablado del tema del dolor en círculos más pequeños. Se ha intentado comprender cómo la Iglesia, en los ámbitos litúrgico y pastoral, puede hacer entender que pide perdón por el dolor causado. Hay mucha conciencia”. En la misma línea, otro periodista preguntó si se había abordado la cuestión de las bendiciones para las parejas del mismo sexo. El Prefecto Ruffini explicó que la cuestión "no es central. Se habló más de la formación, de los ministerios ordenados, de la opción preferencial por los pobres, del colonialismo".
La doctrina católica, añadió Ruffini, está en el centro de todo lo que se hace en el Sínodo.
Federico Piana
Fuente: Vatican News