Las Naciones Unidas señalaron que "a nivel mundial, casi una de cada cuatro niñas en el grupo de edad de quince a diecinueve años no recibe educación, empleo o formación, mientras que entre los niños esta cifra es de uno de cada diez". Cada día, las niñas tienen que superar muchos obstáculos, enfrentándose a problemas como el matrimonio infantil, la desigualdad en la educación, la violencia y el acceso desigual a la atención sanitaria. Sin embargo, las niñas demuestran ser imparables.
Los misioneros salesianos que viven y trabajan en más de ciento treinta países de todo el mundo se centran en lograr la igualdad de género a través de programas educativos dirigidos específicamente a las niñas.
"Los salesianos sabemos que a las niñas les resulta más difícil acceder a la educación, por eso nos aseguramos de que las jóvenes puedan ir a la escuela y aprender las habilidades necesarias para ser autosuficientes", afirma el Padre Timothy Ploch, director interino de Salesian Missions, quien añade: "Los centros educativos salesianos fomentan entornos de aprendizaje seguros para las niñas y las animan a cursar estudios superiores y formación profesional para que puedan convertirse en anclas de sus familias y comunidades".
Con motivo del Día Mundial de la Niña, Salesian Missions destaca con satisfacción algunos de los muchos programas que en todo el mundo fomentan el empoderamiento de las niñas y las jóvenes a través de la educación y el apoyo social.
Por ejemplo, en Cochabamba, Bolivia, los Salesianos dirigen el "Hogar María Auxiliadora", donde las niñas buscan refugio y educación y reciben un entorno seguro y estructurado en el que crecer y convertirse en jóvenes independientes y autosuficientes. Es el caso de Verónica, que llegó con solo seis años, abandonada por sus padres sin entender por qué. La pequeña fue ayudada por Eden Gordon, una misionera laica, que a través del juego hizo que Verónica se sintiera querida y comprendida.
Los misioneros salesianos de Machala (Ecuador) imparten educación técnica a jóvenes en situación de riesgo de zonas de bajos ingresos de la ciudad. Los salesianos también apoyaron veinte pequeñas empresas familiares para mejorar las condiciones de vida de los beneficiarios. El objetivo era reducir la pobreza reforzando las competencias técnicas y fomentando el espíritu familiar y empresarial de los jóvenes de entre dieciocho y treinta y cinco años. Los cursos se dirigieron en particular a mujeres jóvenes migrantes, principalmente de Venezuela, y a ecuatorianas que viven en condiciones de exclusión social, incluidas madres solteras y mujeres económicamente débiles. Con niveles educativos más bajos, estas jóvenes se habrían enfrentado a las mayores barreras para acceder a la formación y al empleo. Gracias al proyecto, sin embargo, tuvieron la oportunidad de asistir a cursos de gastronomía, cosmética y reparación de teléfonos móviles.
En Pakistán, los salesianos prestan servicios de desarrollo social y educativo a jóvenes pobres y a sus familias en centros de Lahore y Quetta. Las escuelas salesianas ofrecen prestaciones económicas, becas y alojamiento a estudiantes de familias pobres, para que la educación sea accesible, pero también como incentivo para que los padres envíen a sus hijos a la escuela. En el marco de su oferta educativa, los Hijos de Don Bosco han puesto en marcha programas específicos dedicados a la educación y la crianza de las niñas y las jóvenes, concientizándolas de cuáles son sus derechos, con el objetivo de crear y difundir conciencia y autodeterminación. Los Salesianos animan a estas jóvenes a continuar sus estudios y organizan cursos para que aprendan un oficio. Una de las alumnas dijo, de hecho: "Si estudiamos, podremos tener un futuro mejor".
Augustine Agricultural Junior Secondary School, situada en Lungi (Sierra Leona). Fundada en 1984, cuenta en la actualidad con catorce aulas, un laboratorio informático, una enfermería/sanatorio y un edificio administrativo, y puede ofrecer una educación adecuada a los niños y niñas marginados de la región. Gracias a las donaciones recibidas de Salesian Missions, también ha sido objeto de obras de mantenimiento y renovación, y ha podido adquirir uniformes escolares, material deportivo y alimentos para las comidas escolares.