Desde las 7:30 de la mañana, las banderas salesianas ya flameaban en el Santuario. La presencia de los jóvenes e integrantes de la Familia Salesiana, se hacía cada vez más fuerte en las inmediaciones de la Av. Tacna.
Antes de iniciar la Eucaristía, se realizó un momento de meditación y cercanía grupal, en el que se reflexionó sobre la figura de nuestra Santa Patrona. Al finalizar el trabajo, cada grupo se unió para escribir una carta dirigida a Santa Rosa, donde plasmaban sus deseos e intenciones.
Desde las 9:00 de la mañana, inició la santa Misa, presidida por el P. Inspector, Juan Pablo Alcas, y concelebrada por cerca de 10 salesianos sacerdotes. Antes de iniciar la celebración, el P. Inspector agradeció la presencia de los asistentes. “Qué bueno tenerlos aquí. Todos hemos venido para peregrinar a nuestra hermana Rosa. A ella nos encomendamos como Familia Salesiana. Vamos a vivir una experiencia juvenil con devoción”, expresó con alegría.
En otro momento, destacó el valor de celebrar este fiesta. “Este momento es hermoso, es un signo de unidad entre los jóvenes y miembros de la Familia Salesiana”.
Durante la homilía, el P. Inspector desarrolló algunos de los rasgos más importantes de Santa Rosa de Lima. “Rosa de Lima supo ser esa parábola, ese signo del amor de Dios. Y hoy, su ejemplo nos alienta como Familia Salesiana a profundizar nuestra existencia como peruanos, en nuestro apostolado y en nuestro compromiso con los jóvenes más necesitados. Su figura nos motiva”. Rosa de Lima, practicó una gran misericordia con sus hermanos, sintió la necesidad de entregarse al prójimo. Es por ello que los Salesianos del Perú la nombraron como patrona de su Inspectoría.
Al finalizar la santa Misa, se vivió un momento emotivo: el Inspector se acercó al Pozo de los Deseos para depositar las cartas que los integrantes de cada grupo le habían presentado a Rosa de Lima.
Fuente: Salesianos Perú