El miedo alcanzó su punto máximo el pasado martes, 7 de marzo de 2023, cuando los misiles disparados por las fuerzas leales congoleñas estacionadas en la concesión salesiana y su periferia septentrional alcanzaron la ciudad de Karuba, a unos treinta kilómetros de la casa salesiana, causando víctimas entre los pacíficos agricultores de la zona. El bando beligerante de Karuba respondió con fuego de artillería y cayó sobre la concesión salesiana.
Según los informes de "JAMBO VIJANA", la revista publicada por los jóvenes de las obras salesianas de la Delegación Oriental de África Central (AFC-EST), el resultado fue un muerto y dos heridos, y la población de las zonas atacadas por los bombardeos cruzó la concesión sembrando el pánico y el caos. 415 niños y jóvenes de las escuelas salesianas y 23 profesores huyeron inmediatamente de Shasha. 250 familias de aparceros y 20 trabajadores de las plantaciones también se dispersaron. 623 familias desplazadas, es decir, casi 5.000 personas, vaciaron apresuradamente sus refugios improvisados levantados en terrenos salesianos. El centro sanitario más cercano carece de personal médico. La situación es indescriptible en todas las zonas de guerra, lo que provoca un éxodo masivo de personas y enfrentamientos. Los esfuerzos de estabilización que se habían iniciado se han ahogado en otra amenaza que ha venido a perturbar la vida de la población desplazada.
Al final de la mañana del miércoles 8 de marzo, los salesianos de Shasha - el padre Kizito Tembo, responsable de la presencia, el padre Pierre Ndaie, el diácono Evariste Mbula y el aprendiz René Sungura - llegaron y encontraron refugio en la obra salesiana "Don Bosco Ngangi" de Goma, a unos cuarenta kilometros al noreste.
El padre Tembo, por su parte, compartió su esperanza de que la situación mejore lo antes posible para que todos los desplazados puedan reanudar su vida en Shasha.