De hecho, la asociación salesiana "Œuvres de Don Bosco Liège", propietaria del lugar, quiere desarrollar la estructura para aprovecharla al máximo. “Los edificios ahora son viejos y es necesario renovarlos –explica el padre Xavier Ernst, SDB, presidente de la asociación-. Será una oportunidad para repensar un proyecto global que integre las actividades existentes, pero de manera más colaborativa con las nuevas actividades a medida que surjan”. Todo ello sin olvidar un enfoque ecológico y la reducción del consumo energético.
Además de la renovación, los salesianos presentes en el lugar quieren liberar espacio para dedicarlo a nuevos proyectos: "Estamos hablando de espacios que podrían convertirse en alojamientos comunitarios para familias o jóvenes en dificultad, o que también podrían ser utilizados para pequeños empresas sociales o para actividades extracurriculares”, dijo el padre Ernst a los micrófonos de la “Radio-Télévision Belge de la Communauté Française” (RTBF).
El proyecto, encomendado a la cooperativa "Les Biens Communaux", se completará a fines de 2023 y después de que iniciarán las obras que concluirán en 2027.
Esta es evidentemente una decisión importante para la Familia Salesiana en Bélgica. La casa de Lieja hospedó el primer orfanato salesiano de Lieja y sus orígenes se remontan a 1891, apenas tres años después de la muerte de Don Bosco, que había iniciado el proyecto. En ese momento, el orfanato albergaba a jóvenes abandonados y les enseñaba un oficio, y fue nada menos que el I Sucesor de Don Bosco al frente de la Congregación, Don Miguel Rúa, quien lo inauguró.
Hoy la comunidad salesiana de Lieja participa en la gestión de una escuela primaria, una escuela técnica, un centro de educación y formación dual (CEFA) y una escuela de formación general, a la que asisten unos 1.500 jóvenes, sin olvidar la parroquia dedicada a San Francisco de Sales.