La actual Constitución de Nepal garantiza a todos los ciudadanos el "derecho a profesar, practicar y preservar su religión tal como ha sido transmitida desde la antigüedad". Aunque el país ya no es oficialmente un estado hindú, la mayoría de las persecuciones de cristianos en Nepal provienen de grupos radicales hindúes que quieren que el país regrese al hinduismo. Los hindúes que se convirtieron al cristianismo enfrentan una presión considerable por parte de sus familias y comunidades. El padre Maravilla pudo conocer a algunas de estas nuevas familias católicas.
En mayo de 2006, Nepal fue declarado estado laico, aunque el proselitismo sigue siendo ilegal. A pesar de la disminución de la violencia, la vida cotidiana sigue siendo difícil para los cristianos, especialmente para quienes se han convertido desde el hinduismo.
Los misioneros católicos llegaron a Nepal en el siglo XVIII, aunque a ellos no se les permitió ingresar al país entre 1810 y 1950. La Misión Católica se estableció en 1983, en un territorio que alguna vez perteneció a la diócesis de Patna, en India, y fue confiada al cuidado de los jesuitas. En 2007 fue elevada al rango de Vicariato Apostólico.
Como parte de su visita, el padre Maravilla visitó las ocho presencias salesianas en Nepal y dos comunidades de las Hijas de María Auxiliadora. También participó en dos reuniones con los salesianos, realizadas respectivamente en Biratnagar y Katmandú, para analizar los desafíos, las oportunidades y el camino a seguir para seguir desarrollando la presencia salesiana en Nepal. También estuvieron presentes durante la visita el padre Joseph Pauria, Superior de la Inspectoría Salesiana de Calcuta (INC) y el Ecónomo Inspectorial.
Hace exactamente treinta años los primeros salesianos abrieron una presencia en Dharan, a instancias del entonces Rector Mayor, padre Juan E. Vecchi. La visita del padre Maravilla se convirtió por lo tanto, en una oportunidad para soñar con el futuro de los salesianos en Nepal.