El hambre ha sido declarada calamidad nacional en este país asolado por la sequía. Por eso, cobra aún más importancia la iniciativa de los salesianos que gestionan el Centro Juvenil "Don Bosco", que lograron proporcionar a 200 niños dos comidas al día para garantizarles una alimentación sana y darles la energía necesaria para concentrarse en sus estudios.
Emily Liyando, de 5 años, es una de las pequeñas beneficiarias. Su madre murió al darla a luz y nunca conoció a su padre. La niña es criada por su abuela, pero prácticamente se queda desde la mañana hasta la noche en el centro salesiano de Rundu. “En casa no tenemos nada para comer, así que lo que tengo en Don Bosco es todo lo que tengo”, comentó la niña a los trabajadores salesianos. No obstante, con gran generosidad, Emily también agrega: "Por eso me llevo un poco a casa para compartir con mi abuela".
El Centro Juvenil Don Bosco, inaugurado en 2002, ofrece refugio y servicio de recepción, desarrollo y reinserción social a niños de la calle. El centro ofrece cursos de informática a 65 alumnos, una escuela infantil para 70 niños y educación para 104 alumnos que habían dejado previamente sus estudios. Sin olvidar a los más de 80 jóvenes que asisten diariamente a las actividades del oratorio, que incluyen diversos cursos deportivos.
Aunque para el Banco Mundial, Namibia es uno de los nueve países africanos considerados de ingresos medi-altos, la pobreza sigue siendo generalizada, con desequilibrios de riqueza extremos. La tasa de pobreza de Namibia es del 32%, con una tasa de desempleo del 29,6%. La pobreza en Namibia es más aguda en las regiones del norte de Kavango (de las cuales Rundu es la capital), Oshikoto, Zambezi, Kunene y Ohangwena, áreas donde más de un tercio de la población vive en situación de pobreza. Y sin olvidar que la prevalencia del VIH en el país se estima en el orden del 16,9%.
Los programas salesianos, en Namibia como en otras partes del mundo, se centran principalmente en la educación, a través de cursos de educación primaria y secundaria, que ayudan a los jóvenes a prepararse para posteriores estudios técnicos, profesionales o universitarios. Otros programas salesianos, sin embargo, ayudan a apoyar a los jóvenes pobres y sus familias, satisfaciendo las necesidades básicas de vivienda, alimentación adecuada y atención médica.
Fuente: Misiones Salesianas