"Hombre libre, amante de la vida, deseoso de descubrir siempre cosas nuevas, enamorado de Jesús y de Don Bosco, atento a los jóvenes más necesitados y animador vocacional por excelencia a través de su testimonio cotidiano, padre Bruno fue un auténtico testigo de la resurrección, amante de la vida, orgulloso de su historia de amor con Jesús y Don Bosco”, agregó el Inspector.
Nacido en 1920 en Carpi, en la región italiana de Módena y criado en Treviso, completó su noviciado en Portici, donde el 16 de agosto de 1946 hizo su primera profesión; el 1 de julio de 1950 hizo sus votos perpetuos en Bagnolo Piemonte; y fue ordenado sacerdote el 20 de diciembre de 1952 en Soverato.
En su larga vida y carrera religiosa ha ocupado numerosos cargos: recordamos, en particular, los de Director, en Castellammare di Stabia (1981-82), en Lecce (1982-88), y como Director de la Casa Generalicia en Roma (1990-96). Por la Inspectoría IME fue también Ecónomo Inspectorial (1972-1981).
Para conocer mejor a su figura, es posible revisar hoy el artículo publicado nuevamente por ANS con motivo de su 100 aniversario y una entrevista difundida en la misma ocasión.