La iglesia fue consagrada el 20 de junio de 1852 y entre estos muros latió durante 16 años el corazón de la obra de Don Bosco.
Aquí Domingo Savio vino a rezar y frente al altar de la Virgen, a la derecha, se consagró a ella.
Aquí Don Michele Rúa celebró su primera Misa.
En esta iglesia llegaron Michele Magone, el travieso de Carmagnola y Francesco Besucco, el niño de Argentera que en 1863, al igual que Domingo Savio, confió a Don Bosco que quería ser sacerdote.