“Durante un viaje a Roma, Lasagna se enteró de los pedidos de las autoridades paraguayas”. Pero antes de fundar la obra salesiana fue nombrado obispo. En su entrevista con el papa León XIII, le dijo: “Eres joven, lleno de vida y actividad. Por eso, te hemos elegido. El apostolado que te confío, exige actividad, y espero sirva de ejemplo a otros para trabajar en la viña del señor”.
Consagrado Obispo, Mons. Lasagna, recibe tres objetivos: buscar un candidato paraguayo para el único Obispado, organizar las misiones para los indígenas del Chaco paraguayo y fundar un colegio de Artes y Oficios en Asunción para la juventud pobre y desvalida.
El 23 de julio de 1896 llegan para fundar el Colegio y quedarse en Asunción cuatro primeros salesianos: el P. Inspector José Gamba: el Director, P Ambrosio Turriccia, P. Domingo Queirolo, sacerdote del Uruguay, que fue un verdadero patriarca de los primeros años, el joven acólito Pedro Foglia, músico y luego sacerdote; y el hermano coadjutor Carlos Dugnani, albañil y cocinero. La primera actividad que hacen es fundar el colegio denominado “Monseñor Lasagna”, convirtiéndose en un gran y ejemplar centro educativo de mucha influencia en toda la capital.
Durante la Guerra del Chaco (1932-1935), el colegio salesiano se convirtió en un espacioso hospital. Los vecinos traían camas y colchones. Los oficiales y soldados llevaban al pecho una medalla de María Auxiliadora (70.000 medallas repartidas). La Auxiliadora fue proclamada “Patrona del Ejército Victorioso del Chaco”
Las historias se cruzan en un abrir y cerrar de ojos, pero el bien realizado en los 120 años de presencia salesiana queda en el corazón de todos los paraguayos.