Tras la renovación del Consejo General, el P. Á. F. Artime dio por concluido el 28º Capítulo General e inmediatamente se puso a trabajar animando y sembrando esperanza. En estos meses, que no fueron fáciles, la Congregación avanzó con determinación y apertura. 

A través de la comunicación online, el Sucesor de Don Bosco trató de estar presente siempre que le fue posible. La Familia Salesiana sintió la cercanía del Rector Mayor en diversas circunstancias y eventos. Tenerlo como padre atento, concreto y seguro es un regalo que la Providencia ha querido hacer al mundo salesiano en este tiempo de riesgos, muertes y rápidas transformaciones. Reunirse la oración junto al Sucesor de Don Bosco se convierte en un acto espontáneo de gratitud a Dios que nace del corazón y una bendición sobre su persona.

Portadores de esperanza, nos unimos al Rector Mayor, deseándole salud y audacia para presente y para futuro.

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