¿Qué puedes hacer por los demás en este momento y compartirlo por #time2share?
Me gustaría ayudar a las personas a ir más allá de las apariencias y descubrir realidades que, además de no ser obvias, esconden un encanto propio. Hay muchas vidas olvidadas; hay problemas de los que nadie quiere encargarse. En torno a toda esta tristeza que a menudo toma el nombre de exclusión, pobreza, guerra, hambre, está el fantástico mundo de los voluntarios. Me gustaría dar visibilidad a este “ejército silencioso” que cambia su propia vida y al mismo tiempo la de muchas otras personas. Me gustaría presentar este mundo, presentar a Tonj, sus problemas, su hospital, sus hijos, sus madres ..., la oportunidad de construir un pozo, un nuevo sistema fotovoltaico, instituir becas, comprar medicamentos, entrenar al personal sanitario ...
¿Cómo nació esta pasión suya?
Esta pasión, que para mí es mucho más, es una vocación que nació por casualidad. Desde pequeño comprendí que los pobres y los necesitados podían tener un lugar importante en mi vida y en mis decisiones, apoyado también en el testimonio de mi familia, sencillo y disponible para nosotros los niños y para todos.
Vengo de un pueblo muy pequeño en las montañas de Bérgamo, donde la gente se conoce y se ayuda a partir de las pequeñas cosas. Estas fueron algunas de las causas que me llevaron a elegir primero la facultad de medicina y cirugía, y luego la vida consagrada en la Congregación de los Salesianos de Don Bosco. Sudán del Sur en general y Tonj en particular llegaron más tarde, casi por casualidad, a raíz de una solicitud para tener una experiencia misionera. En 2006, el año de mi primera ida a la misión salesiana en Tonj, Sudán del Sur, aún no existía. Era una región de Sudán, en guerra desde hacía 23 años para lograr la independencia. Aquí he conocido el sufrimiento. Nació un amor que, gracias a la ayuda de muchas buenas personas, crece día a día. Junto al amor nació un hospital, becas, muchos servicios pequeños y grandes, una avalancha de pacientes curados, pozos y muchas cosas más.
¿Qué le gustaría aprender de las otras personas?
Tengo mucho que aprender. Me gustaría aprender algunas profesiones, pero lo que más admiro y envidio en los otros es esa disponibilidad desinteresada que los lleva a estar siempre dispuestos a hacer el bien. Me gustaría ser comprensivo, atento, tener siempre una palabra de aliento, un simple gesto que pueda infundir confianza. Me gustaría ser más reflexivo y dar más a los que han tenido menos… y sé que el mundo, aunque no hagan ruido, está lleno de gente dispuesta y comprometida.