RMG - 50 aniversario del Dies Natalis del Siervo de Dios Carlo Braga

30 Diciembre 2020

(ANS - Roma) - El 3 de enero de 2021 se cumplen 50 años de la muerte del Siervo de Dios, Carlo Braga, nacido en Tirano (Italia) el 23 de mayo de 1889 y fallecido en San Fernando (Filipinas) el 3 de enero de 1971.

Carlo, abandonado muy joven por su padre y huérfano de madre fue recibido primero por las FMA de Tirano y luego por los Salesianos de Sondrio. La Providencia le ofrece la extraordinaria oportunidad de conocer a Don Miguel Rua, primer sucesor de Don Bosco, quien abre al muchacho el camino para volverse salesiano. Don Rúa sonríe a Carlo y repitiendo el gesto que Don Bosco había hecho con él una vez, pone la mano del muchacho dentro de la suya y le dice: “Siempre seremos amigos”. Ciertamente, a Carlo Braga no le faltarán dificultades en todas las etapas de su vida -como novicio, clérigo, incluso inspector- que se materializarán en aplazamientos prudenciales y en ocasiones también con calumnias: pero a esa altura ya había aprendido a afrontarlas. Mientras tanto, se convierte en un hombre capaz de irradiar una alegría extraordinaria, humilde, activo y con una delicada ironía: características todas que indican el equilibrio de la persona y su sentido de la realidad. Bajo la acción del Espíritu Santo, el mismo Don Braga desarrolla una paternidad radiante, a la que se une una gran ternura por los jóvenes que se le han confiado.

En 1906 se vuelve salesiano y en 1914 es ordenado sacerdote. Con el estallido de la Primera Guerra Mundial es reclutado en el ejército. Al final del conflicto, después de verse curado milagrosamente de "la gripe española" por intercesión de la Auxiliadora, pide ser enviado en misión al Lejano Oriente. En 1919 llega a Shiuchow, en el sur de China; aquí conoce a Mons. Luigi Versiglia, actualmente santo. En 1930 se convierte en Inspector de China, dando un importante impulso al desarrollo de la obra misionera salesiana. Se abren el orfanato de Macao y cinco grandes centros en Hong Kong; funda la primera escuela salesiana en Beijing: el sueño de Don Bosco así se volvía realidad. En 1950 la casa salesiana, en clara expansión, ve sus sueños interrumpidos por el comunismo: se clausuran todas las actividades de educación, caridad y evangelización. El colapso de tanto trabajo realizado no lo desmoraliza.

Es enviado a Filipinas donde inicia la presencia salesiana, volviéndose en 1958 Visitador. Su celo y entusiasmo contagian a otros misioneros. Mantiene una santa amistad para todas las familias de sus cohermanos, benefactores y estudiantes. Encanta a todos con su generosidad y gratitud, dictada por su gran corazón. En la base de todas estas extraordinarias cualidades y hechos que realiza está su unión íntima con Dios, su amor por Jesús, una voluntad secreta de entregarse al Señor. Como simple cohermano se dedica a un trabajo más delicado: ser confesor de los jóvenes y director espiritual de las almas consagradas.

Participa en siete Capítulos Generales, aportándoles una nota de su entusiasmo, alegría y optimismo; conocía la Congregación como los antiguos salesianos del colegio de Don Bosco; había sido un pionero del Reino de Dios. Puede decir con una sonrisa a los jóvenes novicios filipinos que pensaba en el Cielo como si ya lo tuviera. El Señor quiso que después de su muerte dejara la misma impresión que había transmitido en la vida: siempre alegre, dispuesto a todo, observante en sus deberes religiosos y siempre puntual allí donde llamaba deber. Y así, a las 5.30 de la mañana del 3 de enero de 1971, este heraldo del Evangelio devuelve su alma a Dios, después de haber trabajado con incansable celo en la viña del Señor. La Causa de Beatificación inicia en el año 2014.

El Rector Mayor habla de él en el Aguinaldo 2021, presentándolo como un testimonio de esperanza:
"En el Siervo de Dios don Carlo Braga, encontramos un ejemplo de inteligencia pastoral tanto en su incansable dedicación en las misiones como en el acompañamiento de los miembros de la Familia Salesiana. Sin desanimarse, pero con la esperanza propia de quienes depositan su fe en Cristo nuestro Señor, supo tener la paciencia que tanto recomendaba Don Bosco para poder acompañar a los jóvenes en la construcción de una personalidad madura. Esta paciencia fue fruto del amor que fluyó en su corazón misionero, que le permitió tender puentes entre culturas y no levantar barreras. La llamada que sintió, a promover la unidad entre las personas, lo ayudó a superar las diferencias que pudieran surgir entre los demás, convencido de estar siempre apoyado por la gracia divina, que genera la cultura del encuentro”.

InfoANS

ANS - “Agencia iNfo Salesiana” - es un periódico plurisemanal telemático, órgano de comunicación de la Congregación Salesiana, inscrito en el Registro de la Prensa del Tribunal de Roma, Nº. 153/2007.

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