Las personas a quienes se dirige esta nueva forma de solidaridad son inmigrantes que provienen de todas las partes del país y que llegaron a Nueva Delhi (como a otras ciudades modernas del país) junto a empresarios ediles, para trabajar en construcciones. Fueron empleados para construir calles, metropolitanas, centros comerciales, oficinas y complejos residenciales. Después de haber trabajado para realizar todo esto, entretanto se encuentran viviendo en barrios estrechos, sin agua potable, sin servicios higiénicos, ni luz. La red de cloacas corre como un canal a lo largo de las calles y la inmundicia se encuentra esparcida por todas partes. La calle es todo menos una calle, con baches y agua estancada.
Quienes pagan el precio más alto por esta situación son los niños. Los inmigrantes empeñados en su duro trabajo, muchas veces no tienen tiempo para ocuparse de sus hijos que se quedan solos. Son analfabetos, desnutridos, en mal estado de salud y desconocen el mundo de posibilidades que podrían tener. No tienen cualificación, están listos para volverse obreros de la construcción para algún empresario. La derrota más grande de la Nación es justamente la pérdida de la infancia de estos millones de niños.
Después de haber vivido en estas ciudades por varios años, los trabajadores migrantes pierden los vínculos con su tierra natal. Al mismo tiempo no pertenecen a las ciudades en donde han trabajado. No pueden entretanto regresar porque no tienen terrenos o propiedades en sus lugares de origen. Trabajando así duramente, perdieron también su cultura y su idioma. No pertenecen a ningún lugar, son personas “del nada”.
Como ha subrayado el Papa Francisco, "la pandemia nos ha recordado de qué manera es esencial la corresponsabilidad, y que solamente con la contribución de todos -también de esos grupos frecuentemente devaluados- es que podemos enfrentar esta crisis. Tenemos que encontrar el coraje de crear espacios en los cuales todos puedan reconocer que son llamados y permitir nuevas formas de hospitalidad, fraternidad y solidaridad".
Padre Babu Varghese, SDB