A sus quince años su vocación a la vida religiosa ocasionó una ruptura con su padre que tenía otros planes para él, pues la familia poseía una fábrica de relojes que llegó a dotar de tableros y relojes a todas las estaciones de trenes de Europa.
En el libro biográfico que acaba de publicarse bajo el título “TITO SOLARI La Fuerza de la Humildad. Historia de un Pastor” (Editorial Kipus – 273 páginas), el salesiano recorre su vida desde que sus padres formaron la familia Solari Capellari y narra cómo dejó su hogar para entrar a la comunidad salesiana a muy temprana edad, aún sin el consentimiento de su padre.
Con el tiempo, después de su ordenación sacerdotal, Tito Solari decidió ser misionero en Bolivia, lo que ocasionó gran conmoción en su familia. Su padre no volvió a dirigirle la palabra por años.
El libro, escrito por Ariel Beramendi, transmite los sentimientos encontrados de la elección que este futuro pastor tuvo que hacer.
Solari, llegó a ser uno de los primeros Provinciales de la comunidad salesiana en Bolivia que vivió momentos de tensión interna en busca de madurez y estabilidad para la comunidad salesiana en Bolivia cuyo origen se remonta a finales del siglo XIX.
En cierta manera, la historia de este pastor, también es la historia de la comunidad salesiana en Bolivia, porque a lo largo de las 270 páginas el autor no sólo narra la vida de Tito Solari, sino también recuperar la memoria de Genaro Prata, un obispo salesiano que tuvo que abandonar la arquidiócesis de Cochabamba y cuya memoria quedó arenada en el olvido. Mucho antes, el libro presenta también, aunque de forma sintética, la vida del obispo Giuseppe Cognata, que en Italia tuvo una vida de grandes vicisitudes y que de algún modo fue el maestro espiritual de Solari: se trata del capítulo “El calvario de un obispo”.
El libro “TITO SOLARI La fuerza de la humildad” es la segunda obra de Ariel Beramendi, sacerdote y periodista, que ha sabido escudriñar los sentimientos y experiencias que un obispo no siempre quiere desvelar.
Solari en la actualidad, después de cumplir 75 años, se ha retirado a la comunidad salesiana de Cochabamba.