“Hay una atmósfera concentrada e intensa, una voluntad constructiva, mucha comprensión para los movimientos y algunas molestias necesarias, pero la reacción de esta primera mitad del Capítulo es absolutamente positiva. Las preguntas sobre el informe del Rector Mayor y sus respuestas han sido positivas”, manifestó P. Saimy Ezhanikatt, Secretario del Capítulo y “deus ex machina” de toda la organización.
Una organización que trabaja con una eficiencia admirable. El trabajo “en equipo” está coordinado: desde detrás de los bastidores, donde se encuentran los que trabajan en la red digital que ayuda la comunicación a tiempo completo, hasta los traductores, los trabajadores de la hospitalidad y los momentos litúrgicos; pero, sobre todo; lo que más cuenta es la actitud de colaboración de los Capitulares.
También la cobertura mediática básica, que tiene como objetivo crear comunión entre los participantes de la CG28 en Turín-Valdocco y en cada “Valdocco” local de la Congregación. En este caso, los medios digitales tienen la capacidad de comunicar a las comunidades y a las obras de la periferia el acontecer del CG28.
“Las comisiones y subcomisiones se crearon en poco tiempo y se pusieron inmediatamente manos a la obra”, manifestó el P. Ezhanikatt.
Las comisiones están formadas por áreas lingüísticas y a su vez divididas en subcomisiones para fomentar el diálogo. El único comité ligeramente diferente es el que se ocupa de las cuestiones jurídicas, algunas de las cuales son urgentes y no son fáciles de resolver.
Naturalmente hay expectativas para la semana del 16 al 21 de marzo, que es la semana de las elecciones, lo que significar mucho para entender la orientación de la Congregación.
En todos los Salesianos capitulares está la voluntad “ardoroso” querida por el Papa Francisco y que el arzobispo resume de esta manera: “La Iglesia no puede contentarse con esperar el regreso de los jóvenes, sino que debe buscarlos y encontrarlos donde están, abriendo las puertas, saliendo en busca de ellos, desafiando la tormenta tanto cultural como ambiental, los medios de comunicación y digitales... en fin, el nuevo mundo donde los jóvenes nadan como peces en el agua”.
Los frecuentes momentos de oración en la Basílica María Auxiliadora, el “lugar del corazón” de Don Bosco y de todos los Salesianos, volvieron a ser la fuente de esa espiritualidad que se originó en ese maravilloso lugar.