"La fiebre de la Misericordia que convierte los corazones, que nos compromete con el perdón, para dar servicio y solidaridad, creció al nivel más alto en la diócesis de Gizo”, de esta manera se expresó Mons. Luciano, Obispo de la diócesis desde 2007.

Los integrantes de la Pastoral Diocesana han manifestado que: si la población aislada no puede llegar a la Puerta Santa en la Catedral, será la Puerta Santa que recorrerá las parroquias y pueblos para llegar a las personas aisladas. Por ello, durante dos meses, la Puerta Santa recorrió las islas más remotas y los pueblos de la diócesis. Su peregrinación finalizó ayer, 9 de mayo, y tuvo una participación litúrgica nunca antes visto en cada una de las 14 estaciones visitadas.

El programa ha sido replicado en casi todos los pueblos: después de la ceremonia oficial de bienvenida por parte de los Guerreros del Pueblo, la Puerta Santa fue seguida por una liturgia que duraba 3 días. Durante este momento se presentaba el significado del Jubileo, la realización de una vigilia de oración, la propuesta del sacramento de la reconciliación y un diálogo de reconciliación entre las personas y los grupos en conflicto.

“Mis sacerdotes se vieron sorprendidos por la participación y la buena voluntad experimentada y vivieron en un verdadero clima de piedad - concluye Mons. Cabello - Es bello cuando se sabe cómo perdonar y empezar de nuevo... errores y conflictos pueden convertirse en momentos de encuentro y crecimiento si se aborda con un corazón abierto, con fe y generosidad”.

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