El cardenal Bo inició su visita pastoral en India, en el Instituto Salesiano de Sonada, donde conversó con el personal y los alumnos y recordó la amplia relación entre aquel centro y los salesianos de Myanmar, que en buena medida allí se han formado, puesto que hace diez años atrás la actual Visitaduría de Myanmar dependía de la Inspectoría de Calcuta. En esta ocasión el purpurado presidió también la ceremonia de presentación del libro que recorre la historia del centro de educación (Salesian College - A History that Speaks Today / El Instituto Salesiano – Una Historia que nos habla aún hoy) y a continuación realizó una visita al obispo de Darjeeling.
En los días siguientes el cardenal fue a Guwahati y de allí a Shillong, para cumplir un voto hecho por un amigo fallecido recientemente en Estados Unidos, el arzobispo salesiano Dominic Jala.
El cardenal fue el principal celebrante en la solemne eucaristía y procesión eucarística, en la que tomaron parte unos 200 mil fieles originarios de las colinas Khasi y Jaintia. Muchas personas quedaron impresionadas de la capacidad que tuvo el prelado salesiano de comunicarse con ellos, en su idioma, con palabras que les dieron mucho animo. "Me han dicho -expresó el purpurado- que ustedes Khasi son la primera tribu, entre las tantas en el noreste de India, que Dios eligió para compartir el don de la fe. Como los israelitas ustedes son un pueblo que fue elegido de manera especial, bendecidos por Dios. Hoy seguramente podemos ver como ustedes han respondido con todo el corazón al llamado del Señor, y con vuestro 'Sí' ustedes viven el don de la fe con mucha intensidad. Siguiendo vuestro ejemplo, muchas otras tribus han abrazado el cristianismo. Sean todos apóstoles y prediquen no con las palabras sino con el testimonio de vuestra vida. Que el Señor les pueda bendecir cien veces"
Al proseguir su visita en India, el cardenal birmano presidió la Eucaristía en el Teologado del "Sagrado Corazón", Shillong, un instituto que ha formado a cientos de sacerdotes para la región y la Iglesia. Se ha reunido también con la Familia Salesiana en Shilloang y Guwahati, a quienes les contó sobe su país y del empeño civil de la Iglesia para alcanzar la armonía y la paz.
Antes de partir hacia Yangon, el purpurado salesiano expresó su gratitud a Dios y a la gente de la región por el calor, la hospitalidad y el fervor espiritual del que fue testigo.