Estuvieron presentes el Embajador Yoshio Matthew Nakamura y la Embajadora Reiko Nakamura; el Dr. Teruyo Shimasaki, Consejero y miembros de la Embajada; el Rector Mayor, P. Ángel Fernández Artime; P. Francisco Cereda, su Vicario; Mons. Piero Marini, Antiguo Maestro de las Ceremonias Pontificias; y el nuevo Obispo Salesiano, Mons. Alberto Lorenzelli, Obispo Auxiliar de Santiago del Chile.
El Card. Farina fue premiado por su “contribución al fortalecimiento de las relaciones amistosas entre Japón y la Santa Sede”. Y entre las razones específicas del honor se encuentra su valioso trabajo a favor de la “reorganización de los documentos históricos del período “Edo” recogidos por el misionero salesiano P. Mario Marega”, es decir, en relación con el período de prohibición del cristianismo en la región japonesa de Bungo.
Fue en el "período Edo" (1603-1868), de hecho, cuando la familia Tokugawa alcanzó la fase de máximo poder político-militar, lo que correspondió a una política de aislamiento durante la cual hubo una verdadera carnicería de cristianos, especialmente en la zona de Nagasaki.
La reorganización de esos documentos es de gran valor, porque nos permite enmarcar la presencia cristiana en Japón desde el principio (el texto más antiguo recogido por el P. Marega informa incluso de la llegada del cristianismo a Japón, en 1549) y luego en los períodos de los "kakure kirishitan" (cristianos ocultos).
En su discurso de acción de gracias por la concesión de un honor tan precioso, el Card. Raffaele Farina enumeró varios episodios que le han vinculado al mundo de la cultura japonesa y habló de algunas personalidades japonesas importantes con las que ha desarrollado relaciones cada vez más estrechas a lo largo de los años, incluyendo, en primer lugar, a Comm. Tatsuro Takatsu, gran benefactor de la Universidad Pontificia Salesiana.
Además, también citó lo que dijo en 2013, en presencia del emperador de Japón, con motivo del centenario de la Universidad Sofía de Tokio: “Pasé mi vida enseñando y especialmente en la dirección de una universidad; estuve involucrado en bibliotecas y archivos, pero también en instituciones culturales, el entorno donde se hace la feliz síntesis entre ciencia y arte, entre la búsqueda de la verdad y la belleza. He experimentado cómo la ciencia, el conocimiento, la cultura y el arte forman un puente entre diferentes culturas, religiones y naciones: un puente de amistad y paz que ayuda a las personas a comprenderse, ayudarse mutuamente y hacer más humana la convivencia internacional.
En este contexto me gustaría decirles que estoy feliz de estar aquí con ustedes y confesar con sencillez y sinceridad que amo a Japón y admiro a los Japoneses”.
https://www.infoans.org/es/secciones/noticias/item/8303-vaticano-el-emperador-de-japon-asigno-la-orden-del-sol-naciente-al-card-raffaele-farina-salesiano#sigProId5b0e3ecae1