Inicialmente los salesianos asignados eran todos italianos; posteriormente, gracias a su compromiso y a su testimonio, las vocaciones han florecido a lo largo del tiempo entre los jóvenes de estas zonas remotas, por lo que ahora los cuatro salesianos que viven y trabajan son de esas mismas regiones.
Fieles al carisma, además de animar una iglesia pública para los cristianos allí presentes, se dedican sobre todo a la educación, a través de una escuela que va desde la primaria hasta la secundaria. Y lo hacen, como sucede a menudo, junto con las Hijas de María Auxiliadora (FMA). En total, atienden a 1.100 estudiantes: 500 muchachos y 600 chicas. Por otro lado, unos 100 muchachos y 100 niñas viven en los albergues creados por los salesianos.
Los Salesianos y las FMA trabajan juntos para que el mayor número posible de muchachos aprendan a leer y escribir y desarrollen sus talentos, y están particularmente atentos a la situación de privación de los derechos en la que viven las chicas.
En esta área, por lo general se presta poca atención a la educación de los menores, y no se presta ninguna atención a la formación de las muchachas que a menudo trabajan como empleadas domésticas y cuyo salario se utiliza para que los hermanos varones puedan estudiar.
Entre las diversas dificultades que afligen a estas tierras aisladas está la del suministro de electricidad, que es muy fluctuante. Por este motivo, la Familia Salesiana local ha solicitado recientemente el apoyo de la generosidad salesiana internacional, para poder sustituir el generador de electricidad actualmente en uso, antiguo y ruidoso, por uno nuevo.
Sin electricidad no es posible tener clases de computación y especialmente los muchachos que viven en el albergue no tienen luz para estudiar por la noche.
Un nuevo generador resolvería estos dos problemas.
Para mayor información visite: www.missionidonbosco.org