Gracias a “Rise Against Hunger” (Levántate contra el hambre), se proporcionan casi 77.500 comidas a los jóvenes de Uganda. Además, 64 personas reciben clases de cocina para que puedan aprender a preparar y cocinar las comidas.
Entre los beneficiarios se encuentran también jóvenes de los campamentos de refugiados locales, que acogen a niños, jóvenes y familias del sur de Sudán, Burundi y Ruanda. “En el hogar Don Bosco, la mayoría de los beneficiarios son jóvenes procedentes de la calle, vulnerables y a veces seropositivos -explica el P. Elie Nyandwi, director de ambas instituciones salesianas -, y nuestros recursos financieros, humanos y logísticos son bastante escasos. Nos enfrentamos a varios desafíos en cuanto a la alimentación de los jóvenes, el pago de las cuotas escolares, los útiles escolares, la asistencia médica y el pago de los salarios mensuales de nuestros trabajadores. Desde que comenzamos a recibir las comidas de la institución “Rise Against Hunger”, nuestra organización puede respirar y ahorrar algo de dinero para resolver los otros problemas de estos muchachos”, concluye.
Las mejores comidas, de hecho, ayudan a los jóvenes a tener la energía para concentrarse en el estudio y a comprometerse más con sus compañeros. La historia de Vianny, uno de los beneficiarios de estas donaciones; es un verdadero testimonio. Vianny es un joven que vive en el hogar “Don Bosco CALM”, y es un brillante alumno. Es originario del distrito de Butambala. Su familia no podía cubrir la alimentación adecuadamente en casa, pero ahora, gracias a este proyecto, le permite seguir una alimentación que le permite estudiar mejor.
Ahora puede cumplir su sueño de convertirse en policía y hacer cumplir la ley en su pueblo.
Para los muchachos de Uganda, no es fácil cultivar sueños. Muchos de ellos se enfrentan a enfermedades como el paludismo, las infecciones respiratorias y el VIH. Casi el 67% de los ugandeses son pobres o muy vulnerables a la pobreza y solo el 23% de la población adquiere educación secundaria.