Cajamarca es una localidad andina situada en la región montañosa del norte de Perú y según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), esta población es la región más pobre del País. “¿Qué deber hacer Cajamarca para salir de la pobreza? – se preguntaba el Sr. Pablo Secada y la respuesta concreta fue –invertir en los niños y en las personas”. En efecto, ese fue el pensamiento del P. Ugo de Censi, cuando enviaba a los Voluntarios de Mato Grosso a abrir una obra y dedicarse a los más pobres.
El padre Ugo, como era llamado, llegó al Perú en 1976. “Tenía 52 años y había vivido bajo los Alpes, así que escogí un sitio que tuviera nevados”. Ese sitio fue Chacas, en las faldas de la Cordillera Blanca. Chacas estaba destruido por el terremoto de 1970 y luego soportó, a pie firme, la embestida de Sendero. Ahora el pueblo, donde Ugo fue el párroco durante 42 años, goza de unidad y optimismo. Allí está enterrado, al pie del retablo mayor de Chacas.
En Polloc, el proyecto está a cargo de Alessandro Facchini, cura diocesano que ha seguido la idea de priorizar la educación y el desarrollo de oficios entre los pobres. Levantaron el Santuario Virgen de Rosario utilizando granito fino y crearon un instituto donde los jóvenes reciben instrucción técnica durante cinco años. Es decir, adquieren una profesión y muchos de ellos hacen empresa. Incluso algunos preparan mosaicos para iglesias italianas, donde el oficio de tallador en madera está en agonía.
En el santuario, en su notable arquitectura, sus talleres y huertos, hay arte y buena onda por todos lados. Sin recibir dinero del Estado o las mineras. Al caer la tarde, desde uno de sus bellos balcones, se tiene a la vista un celaje ruborizado. Es lo más cerca que se puede estar del paraíso
Fuente: elcomercio.pe
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