Los Salesianos de Togo velan los restos del Padre Antonio César desde la tarde de aquel trágico 15 de febrero. Según las últimas reconstrucciones, antes del ataque a los salesianos, los milicianos yihadistas ya habían atacado una oficina de aduanas y habían asesinado a cuatro personas. Cuando el P. Fernández y los otros dos salesianos que lo acompañaban de regreso de la primera sesión del Capítulo Inspectorial llegaron al lugar, pensaron que habían sido detenidos para un control de rutina. En su lugar fueron rodeados por hombres armados. Separaron al P. Antonio de los otros dos salesianos, y le dispararon para luego huir, dejando inerte el cuerpo del misionero.
La Inspectoría ha programado durante estos días vigilias y celebraciones alrededor de la figura de un salesiano amado y entregado por su pueblo y sus hermanos y para que de esta manera, puedan darle el último adiós. El día de mañana 20 de febrero, por la tarde, se tiene preparan vigilias de oración en las diferentes iglesias y comunidades pastorales animadas por los Salesianos de Lomé. El jueves se celebrará una Eucaristía en Lomé y luego en Gbodjomé, en las afueras de la capital del Togo.
El viernes 22, por la noche tendrá lugar otra vigilia en la parroquia “María Auxiliadora” de Gbenyedzi, en Lomé, con la celebración de cuatro Misas que se realizarán durante la noche y serán animadas por diferentes grupos.
Finalmente, en la mañana del sábado 23, en la misma parroquia, se organizan los funerales del Padre Antonio César, al que participarán: P. José Elegbede, Inspector, P. Faustino García Peña y el P. Manolo Jiménez y muchos salesianos.
Aunque el P. Antonio César había expresado el deseo de ser enterrado en Togo, la familia del religioso español ha pedido que el cuerpo sea sepultado en España.
