Como lo afirmaba el salesiano P. Rómulo Gallegos: “La patrona de Panamá es Nuestra Señora de Santa María la Antigua, pero Don Bosco es tan amado que cada año, el día 31 de enero se reúnen 400.000 personas, se hace una especie de JMJ”. El P. Carlos Vilanova, párroco de la Basílica, expresó que en “la procesión de esta año acompañará la reliquia del Santo”, y en efecto esta fue la novedad en estas fiestas en las que estuvo el Rector Mayor.
La celebración de la Santa Misa fue presidida por Mons. José Domingo Ulloa, ante una Basílica repleta de fieles y donde manifestó su gratitud por la presencia del X Sucesor de Don Bosco, P. Ángel Fernández Artime y el P. Fabio Attard Consejero de la Pastoral Juvenil. Mons. Ulloa destacó que con la peregrinación en honor a San Juan Bosco, “padre y maestro de la juventud”, se concluye las actividades de la JMJ que presidió la semana pasada el Papa Francisco.
Durante su homilía expresó “que uno deja de ser joven cuando deja de soñar… Yo soy viejo cuando dejo de soñar – y continuó Mons. Ulloa – Estamos viviendo la prolongación de la JMJ al celebrar esta solemnidad de San Juan Bosco, patrón de los jóvenes y de la JMJ 2019, y podemos decir que ‘Panamá es de Don Bosco y Don Bosco es de Panamá”. “Si bien lo sabemos que el cuerpo de Don Bosco está en Turín – acotó el Arzobispo – el corazón de Don Bosco está en Panamá”.
Participaron en estas fiestas “alrededor de 100 jóvenes del movimiento juvenil salesiano de Colombia, México, Centroamérica y otros países del mundo”, quienes desearon permanecer para vivir la fiesta de Don Bosco en el país de América donde se ama más a Don Bosco.
“Don Bosco sigue siendo actual como lo fue hace 160 años – ha dicho el Rector Mayor - Habrán cambiado los perfiles de los muchachos y muchachas. Sabemos que los jóvenes con sus culturas son diversos, pero muy parecidos en su corazón. A ellos les ofrecemos una casa, una familia, un proyecto, los preparamos para la vida y les presentamos con libertad al Dios que tanto los ama”.