Numerosos políticos y hombres de cultura han hablado en contra de la propuesta de la estatua de María. Sin embargo, en la entrevista el Cardenal Sturla dijo que en Uruguay “hay escuelas católicas, existen iniciativas pastorales, dos Universidad Católicas. La vida de la Iglesia es vibrante, la estatua es importante, pero no es lo que más nos interesa. Sólo pensé que Uruguay había madurado hacia una laicidad positiva y que la presencia de la Virgen en la calle era natural”.
El arzobispo de Montevideo también agregó: “Se habla de la invasión del espacio público, de estrategias que la Iglesia hace con la finalidad de proselitismo. A través de la comunicación social tenemos diferentes maneras de llegar a la gente y no sólo con una estatua en la 'Rambla' para hacer mejor nuestra presencia”.
En un comunicado el arzobispo pidió ‘disculpas’ si en la polémica pudo excederse en sus expresiones y si por ese motivo algunas personas se hayan sentido descalificadas, ya que no tuvo ninguna intención de agredir a nadie.
Sin embargo, explicó que el pedido de instalar la estatua surgió por iniciativa de un grupo de laicos católicos, y sostuvo que “una parte de las polémicas que se suscitan en torno a nuestra laicidad, cuando de Iglesia Católica se trata, tiene que ver, a nuestro modo de entender, con algún reflejo que queda de ese laicismo combatiente que se dio en nuestro país hace cien años”.
“Poner una imagen de la Virgen María no es apropiarse de ningún espacio, del mismo modo que los monumentos de personas de los diversos partidos, corrientes de pensamiento, tradiciones etc. que ya existen, no significan que la colectividad perteneciente a este partido o a esta tradición se apropie del lugar”, y sostuvo que el planteo “constituye una expresión de la libertad y por lo tanto de la verdadera laicidad”.
El jueves 14 de abril en la Junta Departamental de Montevideo se tratará el pedido de la Intendencia para erigir el monumento.
El comunicado está disponible en el sitio Web del Arzobispado de Montevideo.
