En la carta, el Consejero general resume la última carta de don Juan Edmundo Vecchi, VIII Sucesor de Don Bosco, para recordar que, si es cierto que muchos salesianos gastan fuerza y ​​energía en el encuentro directo con los jóvenes, no se debe 'pensar excesivamente' en los resultados pastorales como resultado de la propia fuerza, olvidando la dimensión gratuita, filial y oferente típica de Cristo".

Por este motivo, reitera claramente: "el período de debilidad y limitación es tan fructífero como el de la actividad específica, si se vive a la luz del misterio de la muerte y resurrección de Jesús".

Por eso Don Basañes expresa claramente su confianza en las oraciones y la ofrenda espiritual de sus dificultades por parte de los Salesianos ancianos y enfermos, y para esto les presenta tres intenciones específicas: los nuevos misioneros de la 149ª Expedición Misionera Salesiana, los Salesianos que están discerniendo su vocación ad gentes, y para los jóvenes de muchos países y regiones que esperan que los salesianos para ser acompañados hacia Jesús.

El Consejero General para las Misiones menciona además la Constitución Apostólica Vultum Dei Quaerere, donde el Papa Francisco, dirigiéndose a las monjas de clausura, recuerda: "La Iglesia confía en su oración y en su oferta para traer a los hombres y mujeres de nuestro tiempo la buena noticias del Evangelio".

Por eso el padre Basañes concluye diciendo: "¡Esto también se oss dice a vosotros, queridos hermanos, que sois misioneros salesianos a pleno título, dispersos por las diferentes enfermerías y hogares de ancianos de la Congregación!"

El texto completo de la carta está disponible en sdb.org.

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