“Con toda la intención, aquello ha sido un asesinato fallido” afirma Paco de Coro. La Iglesia de Nicaragua está en la mira de la represión violenta que ha puesto en marcha el gobierno sandinista del presidente Daniel Ortega en contra de cualquiera que se le oponga parece un hecho confirmado. De mediadores a opositores, los obispos, los sacerdotes y los frailes han pasado a ubicarse en los primeros lugares de la “lista negra” de las llamadas “Turbas”, los grupos de paramilitares y parapolicías filo-gubernamentales. Y algunos medios de comunicación los han incluso llegado a tildar de “traidores”.
El último grave ataque fue contra Mons. Juan Abelardo Mata, de 72 años, obispo de Estelí y ex presidente de la Conferencia Episcopal. Es una de las voces más críticas contra Ortega y también es miembro de la comisión episcopal encargada de la mediación en el Diálogo entre el gobierno y la sociedad civil. El religioso salvó milagrosamente de una emboscada de las fuerzas paramilitares.
El Sr. Roberto Petray, su asistente, indicó que el obispo “fue interceptado por paramilitares que dispararon ráfagas de balas a la camioneta, quebraron los vidrios y quisieron quemarlo”. Salió ileso y se refugió en una casa, donde se presentaron agentes de la Policía Nacional que lo custodiaron hasta Managua.
“Señor Presidente – ha manifestado el Obispo salesiano en la sala de reuniones con el presidente Ortega – lo que nos ha traído aquí es la patria, es Nicaragua. Repiense con su gabinete los caminos que ha recorrido. Ha comenzado, con dolor lo digo, una revolución no armada. No se trata de ejércitos contra ejércitos, sino del ejército contra la población. Si quiere usted desmontar la revolución no es a fuerza de presión, de balas de goma, de balas de plomo, de paramilitares… A los jóvenes les pido que sepan doblar la rodilla para pedir al Espíritu de Dios la ayuda necesaria… Señor Presidente, no es una petición, es una exigencia… Sigo mirando los letreros de las calles de Nicaragua. Siguen diciendo: ‘Nos están matando’. Esa caligrafía deprimida es la caligrafía del pueblo”.
Fuente: Vatican Insider, Paco de Coro SDB