El P. A. F. Artime, durante su estancia en Siria habló de esperanza, donde no todos pueden ver, gracias al testimonio de tantos jóvenes a los que pudo saludar. Estos jóvenes generosos que a pesar de las dificultades de la guerra, al oír al Sucesor de Don Bosco de que visitaría México quisieron tener un gesto de solidaridad fraterna con los jóvenes mexicanos.
El gesto de generosidad fue concreto. Reunieron de sus propios bolsillos 200 dólares que fueron entregados al Rector Mayor para que los hiciera llegar a alguna obra salesiana de la inspectoría de Guadalajara que pudiera necesitarla. El destino fue la obra de Nuevo Laredo, Tamaulipas, un oratorio en una zona golpeada durante años a causa de las actividades de los grupos criminales.
Estando en Guadalajara, y visitando otras ciudades de la inspectoría del norte de México, el Rector Mayor habló a jóvenes y a los salesianos teniendo siempre un recuerdo por quienes había conocido en Siria. Estas palabras también tocaron los corazones de los jóvenes mexicanos quienes quisieron manifestar a su vez su solidaridad con los jóvenes sirios. La cantidad reunida por los jóvenes participantes en la fiesta inspectorial de Oratorios, celebrada en Nogales, Sonora, del 27 al 30 de abril, fue de 350 euros, para hacerlos llegar a Siria.
Lo menos importante es la cantidad enviada por unos y otros. Lo significativo es que ninguno de estos jóvenes es insensible al sufrimiento experimentado por otros chicos y chicas. Cada uno de estos jóvenes del oratorio de Don Bosco tanto en Siria como en México, quisieron dar todo lo que tenían para abrazar a sus compañeros a pesar de las distancias.
“Gracias por sus oraciones y por esta bella solidaridad”, escribía el P. Alejandro León Mendoza, Ecónomo Inspectorial de Medio Oriente, al agradecer por el gesto de reciprocidad solidaria de los oratorianos mexicanos. “Sabemos – agregó en un email del 11 de julio- que la situación que ustedes viven tampoco es fácil”.