Por el sector del Colegio Don Bosco, la situación está controlada. Las calles siguen cerradas con barricadas. La capilla se abre solamente para la misa y luego se cierra.
En Masaya la población continúa en la lucha. Los Salesianos siempre se encuentran cercanos y el colegio Don Bosco ha tenido que cerrar sus puertas. Esta situación sigue igual en Managua donde se encuentra el Centro Juvenil Don Bosco.
A la policía se unen los grupos paramilitares y la Juventud Sandinista que luchan contra el pueblo que protesta. La petición del pueblo de Nicaragua es clara: la renuncia de Daniel Ortega al poder.
“En Nicaragua y especialmente en Granada todos nos conocemos. En los ataques nadie va inidentificado pero claramente sabemos quiénes son. Hay mucho cuidado en las protestas porque el bando contrario, se están infiltrando en los grupos del pueblo. Todos estamos atentos”, dice un ciudadano de manera anónima.
La noche del seis de junio, intentaron saquear un supermercado. El pueblo se unió para defender el lugar, resultaron heridas dos personas. Cómo medida de seguridad se levantaron tres barricadas cerca del lugar del incidente.
Hubo intentos de quemar el mercado municipal. Pero los pobladores lo evitaron. Las calles de Granada permanecen cerradas. La movilidad de las personas es a pie.
“Hacemos público nuestro repudio ante los hechos ocurridos y condenamos todo acto de violencia, vandalismo y represión contra la vida y la integridad de las personas y su derecho a expresarse pacíficamente en defensa de la justicia y la solidaridad", explica el P. Ángel Prado, Inspector de Centroamérica.
La conferencia episcopal se reunirá con el presidente. Los obispos han invitado a unirse en oración frente a Jesús Sacramentado.
Ya son 45 días sin paz en Nicaragua y más de 90 personas fallecidas. “Estamos viviendo con mucho dolor y gran conmoción lo que está viviendo el pueblo a consecuencia de la violenta represión que el gobierno ha descargado contra los miles de manifestantes”, añade el misionero.