Los premios para este profesor no llegaron de inmediato. Cuando viajó a Estados Unidos el 2003, comenzó su carrera como profesor en la escuela pública de Hollins, en Queens. A pesar de los 13 años previos de enseñanza en Filipinas, simplemente no pudo hacerse escuchar ni pudo hacer realidad su proyecto educativo. Probó por todos lados, pero al final tuvo que darse cuenta de que en algunas realidades “la educación no se considera una prioridad y los niños no tienen el apoyo de sus familias”.
El año 2007 fue el año muy importante. El Profesor fue contratado por “Renaissance Charter School”, una escuela pública, también en Queens. En este centro educativo recibió el apoyo y la posibilidad de hacer de la enseñanza lo que él pensaba. Comienza a bailar y “rapear” las lecciones y realiza algunos videos inspirados por los éxitos de los famosos para explicar los teoremas.
El año 2014 es el año de la consagración de su método innovador. Es galardonado con el premio “Big Apple” (La Gran Manzana) para los educadores, como un maestro capaz de inspirar a los estudiantes, formar una enseñanza excelente y enriquecer a las comunidades escolares, y el premio “Hometown Heroes in Education” (Héroes Ciudadanos de la Educación) como “maestro capaz de animar la vida de los estudiantes”.
El profesor Buenaventura tuvo un gran mérito por los resultados, y ello fue gracias a la larga formación salesiana. Aprendió a amar las Matemáticas y las Ciencias como un estudiante de primaria y secundaria. En la escuela “Don Bosco” en Mandaluyong, aprendió a estar en medio de los jóvenes y hablar el idioma de los estudiantes como una forma de llegar a sus corazones.
En el seminario de Canlubang, donde estuvo durante un tiempo, aprendió a tocar la guitarra, a apreciar la música y a preguntarse: “¿Qué tipo de música escuchan los jóvenes? ¿Qué aplicaciones descargan los adolescentes? ¿Cuáles son sus juguetes tecnológicos favoritos?”. Preguntas que ayudaron al profesor a conocer y ayudar a los jóvenes a amar las matemáticas y ser mejores.