Habló también el ex primer ministro italiano, Enrico Letta, el ex ministro de Relaciones Exteriores, Franco Frattini y el obispo de Verona. Giuseppe Zenti, moderando el debate Daniele Cunego.
En su informe, el prelado salesiano - Arzobispo de Tegucigalpa, Honduras, y miembro del Consejo de 9 cardenales creado por Francisco - describe la encíclica como un documento universal, que facilita el debate –ético social y geopolítico sobre la crisis ambiental y su desarrollo.
"Sin lugar a dudas - dijo el cardenal - los movimientos sociales y las llamadas del Papa Francisco, con el apoyo de los principales líderes religiosos, han tenido un impacto importante en este proceso de decisión política internacional. La “Laudato Si” se ha convertido también en un necesario punto de referencia para la política internacional".
El cardenal Rodríguez Maradiaga, hizo hincapié a continuación en cómo "valores éticos promovidos por la “Laudato Si” son fundamentales para superar las deficiencias del debate político-ambiental actual. La necesidad primaria es una "conversión ecológica" que, por supuesto, implica una conversión ética "que es la conversión más profunda que debe hacer cada persona en cada comunidad".
La solución dada por el prelado ha sido la de un "aprendizaje evolutivo ético, que es un proceso de conversión y educación. De esta manera, todo el mundo aprende algo y toda la comunidad puede hacerlo a través de intercambio de información, a través del diálogo, a través de la integración de visiones, lo cual no significa una visión única, sino la combinación de la diversidad para construir algo nuevo y compartido".
En conclusión, el cardenal Rodríguez Maradiaga ha señalado que "la Encíclica Laudato Si pide la corresponsabilidad (...) como la realización de una vocación histórica que asumimos en el momento en que subimos a bordo del mismo tren. Aunque no todos estamos en el mismo vagón, tenemos una cita puntual con un destino común".
