Contó con la participación de las Hijas de María Auxiliadora (FMA), Hijas de los Sagrados Corazones (HHSSCC), Voluntarios por Siempre (VPS), delegaciones de las Casas y Obras SDB y FMA, familiares y feligreses que acompañaron a los jóvenes en este acto de fe y compromiso con la Iglesia.
El P. Francisco Sánchez, Inspector, presidió la misa y concelebrada por los salesianos que llegaron desde diferentes ciudades del Ecuador para dar la bienvenida a los nuevos voluntarios. El padre Inspector durante la homilía invitó a los jóvenes a ser misioneros de Don Bosco y de la Familia Salesiana en todo el mundo. Los felicitó porque con su testimonio se convierten en el camino a seguir para otros jóvenes. “Somos enviados por el Señor – continuó el Inspector – para construir, hablar, cultivar, dar lo que tenemos y poner nuestros dones al servicio de otros”.
Posteriormente, se dio inicio a la ceremonia de envío, donde los jóvenes hicieron la promesa para ser auténticos en su vida y anunciar con hechos. “Padre, gracias por llamarme al voluntariado, quiero ponerme en tus manos, haz de mi lo que quieras, yo te encargo mi familia y amigos”, fue una parte de la promesa como voluntario.
Luego de haber realizado la promesa del voluntario, pasaron hacia el altar acompañados por sus familiares y recibieron la cruz misionera y la entrega de la obediencia de parte de la Hna. Paula Ucho, HCS, Hna. María Beatriz Navarro, Inspectora y el P. Francisco Sánchez, Inspector.
Los jóvenes voluntarios partirán a Perú y Paraguay y a diversos lugares de Ecuador.
El P. Wladimir Acosta, Delegado de la Pastoral Juvenil Salesiana, agradeció al equipo que acompañó el proceso de formación de los voluntarios.
Al final de la Eucaristía, los voluntarios emprendieron camino a cada una de las ciudades asignadas y entre sus pertenencias llevaron sus sueños y sus anhelos de ser misioneros de Dios al estilo de Don Bosco.