Si bien llovió y los pobladores agradecieron el regalo del agua, la lluvia tajo consigo una gran cantidad de daños. Muchos animales que no bebían desde hacía tiempo, y morían de sed, con la lluvia aprovecharon para beber en demasía y murieron. A pesar de esta triste situación, la gente está feliz por la lluvia.
Antes de la lluvia se prepararon pequeños diques en diferentes áreas, que lograron juntar un poco de agua, y actualmente ayudan a las personas y a los animales. “Pero imaginemos a una persona que bebe el agua de la primera lluvia que cae después de un año de sequía. Las hermanas que administran el dispensario Don Bosco, saben que pronto llegará gente con todo tipo de enfermedad estomacales”, añade el P. Mulayinkal.
“Las lluvias han traído solo un poco de agua, pero no se tiene comida - añade el Sr. Godana, Director Adjunto de Caritas de Marsabit - Los agricultores siguen necesitando ayuda y por supuesto más lluvias. Esperamos y rogamos que llueva mucho más”.
Por esta razón, los Salesianos comenzaron una segunda distribución de ayuda y se realizó del 1 al 4 de mayo, y se distribuyeron 5 kg de maíz, 2 libras de habas y la mitad de un litro de aceite para unas 3 490 familias.
La misión de Korr trabaja diariamente con los pueblos en un radio de unos 60 km, pero también llegaron a Marsabit, a unos 150 km, y a un pueblo llamado Isiolo, que se encuentra a unos 240 km de la misión. Las operaciones de ayuda se han realizado a 85 aldeas dispersas alrededor de la misión, pero en esta segunda distribución se llegó solamente a 65 pueblos, debido a que muchas carreteras se han interrumpido después de las lluvias.
Tan pronto como se disponga de nuevos fondos, se podrán llegar a los pueblos más lejanos y se beneficiarán a todas las personas posibles. Los salesianos continúan tomando las medidas necesarias para conocer a los destinatarios, y el objetivo es apoyar a un total de 4 805 familias.
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