Como los bebés que recién han nacido y no pueden caminar o hablar; de esta manera los esposos tienen necesidad de aprender los secreteos de ser felices a partir de la gramática de la relación, de los afecto, del ser hombre o mujer con sus diferencias y complementariedades.
Los recién casados quieren ser formados y acompañados para saborear la gracia del matrimonio y que funcione las 24 horas del día y los ayuden a vivir en plenitud, superando las dificultades inevitables de la relación de parejas. Deben comprender la importancia de no aislarse, sino de construir redes de relaciones, para saborear la alegría del diálogo y del perdón. Gradualmente deben descubrir la belleza del vivir confiados y abiertos al don de la vida y a la alegría de ser padres.
El curso también ofreció una oportunidad para experimentar la comunión y la complementariedad entre los estados de vida. El equipo que acompañó a las jóvenes parejas estaba compuesto por matrimonios, por religiosas y sacerdotes.
En este encuentro se profundizó la belleza y la riqueza del sacramento del matrimonio, los fundamentos de una vida matrimonial, el secreto del perdón, la importancia de la oración y la dirección espiritual. Por encima de todo se debe saber que en el matrimonio Jesús es el centro de la vida, y de esta manera se aprende a decir “gracias”, a decir “perdón” y a decir “lo siento” y que todos los problemas se pueden superar como la palabra “nosotros”.
El encuentra ha sido vivido con un estilo salesiano y en un espíritu de familia, proporcionando, no solo la oportunidad de formación, sino también la ocasión para compartir experiencias y crear relaciones entre las parejas. Las reuniones finalizaron con un retiro espiritual en Muzzano, los días 01 y 02 de abril, donde las parejas profundizaron la espiritualidad conyugal y disfrutaron la presencia del P. Enrico Stasi, inspector de los salesianos.