Catherine tiene actualmente 19 años. Cuando tenía siete años sus padres se separaron, y ella quedó con su padre y fue enviada a la Escuela Don Bosco en Makuyu, animada por las Hijas de María Auxiliadora (FMA). Catherine llegó a esta escuela “porque no se pagaba y había comida”.
A los 12 años comenzó a sentirse mal y esto comprometió sus estudios. Su padre viajaba siempre por tema de negocios. Catherine quedó embarazada a los 17 años y por ello no terminó sus estudios ni tenía un lugar para ganarse el pan de cada día. Tuvo que partir al Líbano en busca de trabajo y dejar a su criatura Alvin Juma al cuidado de su mamá. Partió a otro lugar con la promesa de un buen trabajo como empleada doméstica para una familia árabe; sin embargo era tratada como esclava, y ni poseía un documento o un pasaporte.
Catalina logró escapar y llegar al consulado de Kenia, gracias a los voluntarios activos en Makuyu y pudo volver a casa. Hoy en día, gracias a los Salesianos, está a punto de iniciar su propio negocio con una pequeña tienda de frutas y verduras, lo que puede dar estabilidad a su vida.
Otra experiencia muy hermosa y que gracias a la intervención salesiana, fue a favor de una niña ingresada en el hospital de Nairobi. Era esquelética y necesitaba una cirugía cardíaca caso contrario moriría en cuestión de días. Pero el hospital no había pensado en ofrecerle una intervención porque su familia era pobre. “Padre, ¿usted conoce a esta niña y a su familia? – Le preguntaron las enfermeras al P. Felice Molino, SDB - No tiene un centavo y en este hospital sin dinero no se hace nada”.
El P. Molino no dudó un instante y de vuelta a la comunidad envió un llamado de urgencia a todos los amigos y envió el pedido a todas las direcciones de correo electrónico. Indudablemente no tuvo una respuesta inmediata, pero “La gente es muy amable y se vuelve muchas veces en el brazo de la Providencia”.
La niña fue intervenida quirúrgicamente y la operación fue un éxito y “las FMA de Makuyu asumieron el cuidado de esta niña hasta su recuperación”.