La feria adquirió el nombre de “Santurantikuy” (Santu, santos y Ticuy, venta). Junto a esta tradicional fiesta llegan a la ciudad del Cusco miles de personas de todos los pueblos cercanos, y pernoctan en las calles, en las avenidas, en plena lluvia y frío. La Obra Salesiana como todos los años, acude en ayuda sobre todo de los de los niños y de las familias llevándoles regalos, comida, y golosinas.
Es tradición que la Familia Salesiana se haga presente en esta celebración, con la finalidad de apoyar a las familias que provienen de zonas altas de las provincias cercanas para vender sus hierbas, pastos y artesanías.
Si por un lado esta fiesta Cusqueña se ha convertido en una fiesta donde se exponen obras artísticas de gran valor, por otro lado se ha convertido en un medio de supervivencia para miles de personas muy pobres que llegan de las zonas altas y que durante el día venden las pocas cosas que han llevado a la ciudad. Muchas instituciones y familias se alternan durante los días de la navidad para ofrecerles algo de comida, abrigo para el frío e incluso un lugar donde pasar las noches frías que normalmente llegan varios grados bajo cero.
Durante las fiestas de navideñas miles de familias duermen en las calles, cubiertas por plásticos. Los salesianos, conscientes de esta cruda realidad, el 23 de diciembre de madrugada salen a las calles para entregar y ofrecer un regalo de navidad.
Es una oportunidad para transmitir amor y cariño a quienes más lo necesitan.