Además, se añadieron: la propuesta de un artículo de los Reglamentos sobre las Obras Sociales, que las seis comisiones han considerado para llegar a las deliberaciones que eventualmente afectarán a los Reglamentos correspondientes; y la intervención del padre Pier Fausto Frisoli, en su rol de procurador, sobre el desarrollo de los procesos en los casos de abuso.
La lectura de Don Chávez sobre el trabajo realizado
Tendiendo un puente entre la semana recién concluida y la que comienza, que prevé la elección de quienes tendrán la responsabilidad de animar y gobernar la Congregación en el próximo sexenio, en la mañana del sábado 22 de marzo, don Pascual Chávez, Rector Mayor emérito, ofreció una síntesis sobre lo que está ocurriendo entre los doscientos veinte salesianos convocados en Valdocco estas semanas. Reconoció que “el Espíritu Santo, verdadero protagonista de este Pentecostés salesiano, nos ha guiado hasta ahora y lo hará de modo particular en los próximos días”.
La novedad a la que está llamada la vida religiosa
Como Rector Mayor emérito, pudo explicar en tono paternal sus consideraciones acerca del desarrollo general de la reflexión en curso sobre cómo garantizar el mejor camino interior de cada miembro de la Sociedad Salesiana. “Todos estos años de transformaciones han configurado una nueva forma de vida religiosa y ya tenemos los odres nuevos y, poco a poco, también se ha ido produciendo el vino nuevo. A veces nos sentimos incómodos ante el uso del adjetivo nuevo o nueva para calificar realidades que creíamos conocer, sobre todo por las consecuencias prácticas que esto conlleva: la necesidad de renovarnos espiritualmente, actualizarnos profesionalmente y cualificarnos pedagógicamente”.
No debe dejarse de lado el hecho de que esfuerzos similares se están realizando en todas las congregaciones católicas, como ya lo propuso el Concilio Ecuménico Vaticano II: “Cuando los Superiores Generales decidieron abordar el tema de la refundación de la vida religiosa”, recordó don Chávez, “lo hicieron movidos por la conciencia de que la solicitud es apremiante”. El camino ve a los Hijos de Don Bosco comprometidos junto a los hermanos que viven otras formas de espiritualidad. Precisamente porque se trata de renovar una matriz espiritual, esto significa que “resuena desde dentro el llamado urgente a volver a los orígenes de la Congregación y redescubrir su originalidad”, afirmó.
La perspectiva y las preguntas guía
Don Chávez entregó luego a la asamblea una orientación precisa a alcanzar: “La fuerza de la vida religiosa se radica en su carácter contracultural, subversivo ante el aburguesamiento, al desarrollo ilimitado pero sin trascendencia. Una vez más, el problema es el de la identidad y de la identificación, ya no dependiente del hábito o de las estructuras, sino de una fuerte experiencia de Dios que cambie profundamente nuestra vida y la transforme, y de una comunidad donde se empiece a vivir con novedad de vida y con modelos alternativos a la cultura imperante”.
Así se vincula la renovación de la vida salesiana al análisis puntual de cómo están yendo las cosas actualmente en las sociedades donde están insertas las comunidades. Los presentes acogieron con mucha atención este planteamiento, que fue retomado de diferentes formas en la siguiente y abundante serie de intervenciones (diecinueve) realizadas en la asamblea. Cada una de ellas comenzó a aportar una contribución personal de respuesta a las tres preguntas clave de los próximos días:
- ¿Qué decisiones tomar?
- ¿Cuáles son las prioridades a asumir?
- ¿Cuál es el perfil de los guías a elegir?
Con estas preguntas en mente y en el corazón, los capitulares se aproximan entonces a la semana de elecciones del Consejo General.