Al inicio de los trabajos, el padre Stefano Martoglio informó sobre las decisiones de la Comisión Central para organizar de la mejor manera las diversas propuestas de la asamblea y hacer más eficaz el trabajo de las seis comisiones. De estas últimas y del trabajo de la comisión de redacción surgieron la escucha y el estudio del tema “Animación y cuidado de la vida verdadera de cada salesiano”.
Al comenzar se precisó que el número total de proposiciones es de ciento seis para la parte de “escucha”, noventa y dos para la parte de “interpretación” y ciento cincuenta y seis para la parte de “elección”: cifras que indican la complejidad de los temas y la variedad de propuestas a las que ha llevado la amplia “conversación en el Espíritu” que tuvo lugar en los días anteriores. Se trata de un documento en forma de borrador, que aún puede ser corregido y mejorado con nuevas integraciones. Como lo indicó la comisión de redacción, que lo presentó a través de las voces de sus nueve miembros, los capitulares podrán aportar sugerencias precisas.
El documento, de doce páginas, refleja el estado de la Congregación a nivel mundial y, aún más, las propuestas de intervención que pueden fortalecer su capacidad misionera hacia los jóvenes. El análisis considera a los salesianos inmersos en sociedades donde la aceleración, el eficientismo y el consumismo relegan a las personas a los límites del individualismo. Es necesario, por tanto, redescubrir y celebrar la eucaristía como centro de la comunidad salesiana, como un retorno cotidiano a las razones profundas del servicio y la mejor manera de preservarlo de caídas en la voluntad y la fidelidad.
De este borrador no surge el pesimismo, sino el optimismo de quien vuelve a poner en el centro las razones de su existencia y sus modos de actuar. Junto con los sacramentos, la oración y la lectio divina permiten tomar conciencia de la vocación y realizar una lectura crítica, profética y constante sobre la manera de vivirla. La verdadera fraternidad con los más pobres entre los muchachos y los jóvenes da energía a la misión, exigiendo una vida frugal, coherente y purificadora. Y si en algún momento esta energía llegara a faltar, se requiere un esfuerzo adicional de caridad recíproca para comprenderse y alentarse mutuamente.
Don Bosco tenía muy presente la condición humana y reconocía las dificultades en las relaciones y las debilidades de sus oratorianos. Ahora, como entonces, es necesario invocar la intervención del Espíritu Santo para que forme el corazón de las personas, tal como formó el del Fundador.
Desde esta dinámica será posible afrontar con eficacia la articulación de la vida fraterna en las comunidades, con el cuidado mutuo entre sus miembros. La vocación que llevó a abrazar la espiritualidad salesiana se formó en los años de estudio, pero debe continuar siendo alimentada constantemente.
La jornada concluyó con la escucha y discusión de los informes de las seis comisiones sobre dos temas: la creación de dos nuevas regiones en África y la moción del padre Joan Lluis Playà sobre el rol del delegado central para la Familia Salesiana en el Capítulo General. Finalmente, el padre Pier Fausto Frisoli presentó las fichas y los temas jurídicos que serán estudiados durante la semana.