El padre Pascual Chávez, Rector Mayor Emérito, abrió el sábado con una lectura "sapiencial" (podríamos llamarla así) de los temas que están ocupando a los participantes. Existe una línea de continuidad precisa entre los capítulos generales que florecieron después del Concilio Ecuménico Vaticano II, la cual remite al camino interno de los salesianos de Don Bosco, entre la fidelidad a Dios y la respuesta a los jóvenes. "El salesiano de hoy está llamado a reafirmar la centralidad de la misión, como testigo y portador del amor de Dios, especialmente hacia los más pobres y abandonados", dijo el Rector Mayor emérito, "con la conciencia de que la misión se vive en comunidad, en corresponsabilidad con los laicos, dando vida a un nuevo sujeto pastoral", como lo había indicado el CG24.

El Capítulo no es un plan organizativo, sino un movimiento del espíritu. Para comprender bien su alcance, fue de gran ayuda la meditación del Evangelio de Mateo 18,20 ["Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos"], propuesta por el padre Eunan McDonnell, inspector de Irlanda: "Se trata, en efecto, de una presencia no solo dentro de cada uno, sino también entre los presentes. Es un sujeto que se suma al grupo. Jesús está listo para darnos su tiempo". La comunidad es precisamente esto, antes que un simple conjunto de educadores de jóvenes.

El viaje a Génova: una reflexión misionera

El viaje a Génova, con una visita al puerto donde Don Bosco estuvo – visiblemente conmovido – en la partida de los primeros diez salesianos rumbo al "nuevo mundo", fue una agradable excursión por los lugares de las primeras obras salesianas, pero también un fuerte estímulo para reconsiderar la dinámica de la misión bendecida por el fundador. Partieron para "asistir" a los migrantes italianos de finales del siglo XIX, necesitados de cuidado espiritual y, muchas veces, también material, en Buenos Aires. Aquellos jóvenes y valientes hijos de Don Bosco, guiados por el padre Juan Cagliero, dieron cuerpo al sueño que los llevaba a la mítica Patagonia. También hoy se requieren disponibilidad para afrontar nuevos desafíos y capacidad de adaptación a situaciones inéditas, permaneciendo fieles al carisma.

Núcleo temático 2: Compartir espiritualidad y misión en la CEP

De este modo, los participantes llegaron aún mejor preparados para la jornada del lunes 17, dedicada enteramente a abordar el núcleo temático 2:

- Compartir espiritualidad y misión en la comunidad educativo-pastoral.
- Educar y evangelizar.
- Considerar las nuevas expresiones del carisma, en un contexto caracterizado por una mayor corresponsabilidad por parte de los laicos que operan en el mundo salesiano.

Las indicaciones para el trabajo en las seis comisiones del Capítulo exigen la máxima concreción, con referencia también al trabajo realizado en el pasado:

- Completar los procesos de reflexión del CG28 sobre la misión compartida.
- Promover la vida espiritual y apostólica.
- Buscar junto a los laicos una sostenibilidad financiera para las presencias salesianas, sin excluir nunca a los pobres.

Es necesario encontrar nuevos modelos de presencia y nuevas expresiones del carisma salesiano, en la perspectiva de una verdadera comunión con los jóvenes, explorando también los ámbitos de la formación en ecología integral y de la cultura digital.

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