Reconociendo la urgencia de la situación, el SFYC se movilizó rápidamente para apoyar a las organizaciones que están en primera línea de la crisis. Se agradeció especialmente a Luis Chacón, coordinador del SFYC, cuya dirección fue la fuerza motriz de los esfuerzos colectivos. “Su dedicación en la coordinación de las actividades de socorro inspiró al personal, los voluntarios y los jóvenes a emprender acciones significativas”, afirmó el director ejecutivo del centro, Juan Carlos Montenegro.
Uno de los aportes más significativos del centro fue la colaboración con “A Place for Youth” (Un lugar para los jóvenes), una organización que está recolectando donaciones de alimentos y ropa para las familias afectadas por los incendios. Los jóvenes voluntarios del SFYC no dudaron en participar, trabajando codo a codo con los miembros de dicha organización para clasificar, empaquetar y preparar cajas de productos de primera necesidad para ser distribuidas posteriormente. “Este compromiso práctico nos recordó a todos que incluso los pequeños actos de servicio pueden generar cambios positivos”, agregó Montenegro.
Más allá de las intervenciones inmediatas de socorro a los afectados por los incendios, el SFYC continuó su labor con algunos de los jóvenes más vulnerables de la ciudad, los sin hogar. Esta iniciativa, que es una de las tradicionales del SFYC, cobró aún más importancia durante esta crisis. Las duras condiciones de Los Ángeles pusieron de relieve aún más las dificultades diarias de aquellos que no tienen un hogar donde dormir o encontrar refugio. El SFYC ha buscado y apoyado activamente a los jóvenes sin hogar, ofreciendo no solo bienes de primera necesidad, sino también compasión y contacto humano.
No debe olvidarse el homenaje brindado a los bomberos por las jóvenes scout que se reúnen en el SFYC, quienes, junto con otro personal del Centro, llevaron apoyo, aliento y alimentos y bebidas reconfortantes a los primeros socorristas de esta gran crisis.
En el centro de cada iniciativa del SFYC está la convicción de que los jóvenes son poderosos agentes de cambio. Involucrando a los jóvenes en las actividades de socorro, el SFYC les enseña el valor de la empatía, la ciudadanía activa y el compromiso con la comunidad. Ya sea empacando materiales, entregando bienes a los primeros socorristas o ayudando a las organizaciones locales, estas experiencias permiten que los jóvenes contribuyan activamente al bienestar de su comunidad.
“Los Ángeles está enfrentando enormes desafíos, pero la respuesta de la comunidad ha estado a la altura – concluye finalmente Montenegro –. El SFYC está orgulloso de formar parte de este movimiento colectivo, en el que organizaciones, voluntarios y personas comunes se unen para levantarse unos a otros (…) Juntos somos más fuertes. Juntos podemos superar esta crisis y reconstruir con compasión y unidad”.