Eran diecisiete jóvenes además de Don Bosco, y juntos pusieron las bases de lo que se instituyó como la "Pía Sociedad de San Francisco de Sales".
A continuación, se transcribe del acta: "Pareció bien a los congregados organizarse en Sociedad o Congregación, que juntamente con el fin de una recíproca ayuda para la santificación propia, se propusiera promover la gloria de Dios y la salvación de las almas, especialmente de las más necesitadas de instrucción y educación”.
Don Bosco había hecho varios intentos para fundar una Sociedad, con el fin de asegurar la continuidad de su labor oratoriana, que crecía día a día. Aunque su proyecto no se concretó de inmediato, nunca renunció a esta idea.
De hecho, él se dio cuenta de que todo el bien que hacía por sus jóvenes corría el riesgo de perderse debido a las malas influencias provenientes del exterior; por eso dio muchos pasos para dar estructura a su obra. Decidió construir sus propios talleres de aprendizaje y los primeros dos fueron inaugurados en 1853. En 1856, ya había ciento cincuenta alumnos internos, cuatro talleres, una máquina de impresión, cuatro clases de latín y diez sacerdotes. Y los alumnos externos eran quinientos.
Después de la fundación, el 2 de febrero de 1860 fue aceptado en la Congregación el primer coadjutor, otra feliz intuición de Don Bosco, quien, al servicio de sus jóvenes, quería involucrar a una gran cantidad de personas con diversas aptitudes y perfiles.
El 23 de julio de 1864, desde la Santa Sede llegó el "Decreto de alabanza de la Sociedad". Más tarde, el 1° de marzo de 1869, llegó la aprobación y, finalmente, el 3 de abril de 1874, también la aprobación de las Constituciones por parte de la Santa Sede.
Desde ese 18 de diciembre de 1859, la Congregación ha seguido creciendo y difundiendo en los cinco continentes con un claro carisma educativo hacia los niños y jóvenes más desfavorecidos y un espíritu misionero evangelizador sin límites geográficos. En 1863 ya había treinta y nueve salesianos y, a la muerte de Don Bosco, había setecientos sesenta y ocho. Hoy, la Congregación salesiana cuenta con más de catorce mil miembros, presentes en más de ciento treinta y cinco países de los cinco continentes.