Los fondos de los donantes ayudan efectivamente a Salesian Missions a transportar las comidas desde los puntos de envío hasta las sedes de los programas salesianos en todo el mundo.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), setecientos ochenta y tres millones de personas sufren hambre debido a conflictos, repetidos choques climáticos y crisis económicas. Además, la FAO ha señalado que más de dos mil ochocientos millones de personas no pueden permitirse una dieta saludable.
“Las dietas no saludables son la causa principal de todas las formas de malnutrición, como la desnutrición, las carencias de micronutrientes y la obesidad, que hoy están presentes en la mayoría de los países, y atraviesan las clases socioeconómicas –explican desde la FAO–. Sin embargo, hoy demasiadas personas sufren hambre y no pueden permitirse una dieta equilibrada. Los más vulnerables suelen verse obligados a depender de alimentos básicos o de bajo costo, que pueden ser poco saludables, mientras que otros padecen la falta de alimentos frescos o no tienen la información necesaria para elegir una dieta sana o simplemente optan por lo que parece más conveniente para comer”.
En el 2023, la Procura Misionera salesiana de New Rochelle envió ayuda alimentaria a Burundi, República Democrática del Congo, Haití y Uganda. De esta manera, proporcionaron comidas a los estudiantes, que sirvieron como incentivo para que las familias enviaran a sus hijos a la escuela. Gracias a los programas de alimentación, estos estudiantes ahora están bien de salud, han ganado peso, se enferman menos y logran concentrarse mejor en sus estudios.
Como declaró el padre Michael Conway, director de Salesian Missions: “Los salesianos viven y trabajan en las comunidades a las que sirven y conocen bien sus particularidades. Por ello, están perfectamente capacitados para distribuir de manera eficaz y eficiente bienes y suministros como la ayuda alimentaria. Nuestros donantes siguen siendo una parte fundamental para garantizar que esta ayuda llegue a los jóvenes que dependen de los programas salesianos para obtener alimentos, agua, refugio y educación”.
En todo el mundo, más de treinta mil religiosos de la Familia Salesiana se dedican al cuidado de los jóvenes pobres y desfavorecidos. Los programas salesianos asisten a los jóvenes a través de iniciativas educativas (formación académica, comercial y agrícola) y de desarrollo de la fuerza laboral, ayuda humanitaria y en casos de emergencia, apoyo a infraestructuras, iniciativas para el agua potable, y servicios nutricionales y de salud.
Para saber más y descubrir cómo formar parte de la red de donantes, se puede consultar el sitio https://salesianmissions.org/lp/food/.