Este encuentro anual de reflexión y proyección tiene por objetivo evaluar los procesos que se realizan y dejar algunos desafíos para la comunidad, tanto para formadores como para los estudiantes de teología.
La jornada comenzó con un momento de oración y bendición de una nueva sala comunitaria para que los formandos se encuentren y compartan en fraternidad, lugar en el que también estará el centro de Salesianidad y la biblioteca con textos sobre salesianidad.
Tras la celebración de la Eucaristía, los inspectores compartieron un momento entre ellos y después se reunieron con el equipo de formadores para entregar criterios y elementos a seguir como proyección en la Casa del Teologado.
Durante la tarde se realizó un encuentro con los formandos, quienes presentaron una evaluación de la experiencia que viven. Luego los inspectores se reunieron con cada uno de ellos por inspectoría.
El encuentro concluyó con una reunión en la que se entregaron algunas sugerencias para el caminar de la comunidad.
El director de la comunidad del Teologado y Delegado Inspectorial de Formación, P. Darío Navarro expresó:.
“Uno ve contentos a los hermanos que salen de esta casa y cómo ellos se posicionan con su identidad de consagrado, religioso, pero también su identidad sacerdotal. Lo fundamental de esta casa son dos elementos: el estudio y lo teológico; y el autoconocimiento y crecer humanamente”.
Este encuentro se convirtió en la antesala a las Profesiones Perpetuas de tres jóvenes, momento de gran alegría para toda comunidad religiosa e Inspectorías de Chile y Ecuador.
“Han sido días intensos. Este evento es una gracia de Dios, es algo muy bueno que implica también una generosidad de los chicos, pero también tener esa confianza de que Dios sigue llamando”.
El Inspector de Ecuador, P. Marcelo Farfán, expresó que “este curatorio es fundamentalmente para mirar cómo está el camino de la casa de formación, evaluar, proyectar, proponer, de manera que la experiencia sea cada vez más significativa y asegure la formación de los futuros sacerdotes salesianos”.
Respecto a los teólogos que darán su sí definitivo con su Profesión Perpetua, añadió: “Han realizado un camino muy importante de maduración en la dimensión humana, pastoral, intelectual, espiritual. Creo que es un punto de llegada de un camino formativo en el que han ido descubriendo lo que Dios les pide en sus vidas”.
Respecto de la formación salesiana, el P. Marcelo señaló que plantearse la vida religiosa es cada vez más contracorriente, contracultura, y eso no es fácil.
“Los salesianos estamos invitados a una vocación de servicio a los jóvenes y es que ellos también enfrentan situaciones muy críticas y desafiantes. Cada vez vemos más jóvenes con la sensación de abandono, soledad o que no logran armar un proyecto de vida. Entonces, los salesianos necesitamos prepararnos para acompañar a los jóvenes en estas nuevas situaciones”.
FUENTE: Comunicaciones Salesianos Chile