Este mercado no era sólo un lugar de intercambio de recuerdos, sino que encarnaba el espíritu salesiano de encuentro y solidaridad. El intercambio de regalos simbolizó las profundas conexiones creadas durante el Sínodo, donde jóvenes de diferentes orígenes y naciones se encontraron, unidos por una misión y una fe compartidas. Fue una verdadera celebración de la diversidad y la unidad dentro de la comunidad salesiana.
El Rector Mayor, Cardenal Ángel Fernández Artime, honró con su presencia la Feria, sumergiéndose en el calor y el afecto de los jóvenes participantes. Éstos compartieron con él con entusiasmo sus productos típicos, expresándole su sincero agradecimiento. El Cardenal aprovechó el momento para fotografiarse con los participantes y disfrutar del ambiente entusiasta.
La música y los juegos añadieron un caracter festivo, dando al acontecimiento un toque claramente salesiano. Los participantes bailaron, cantaron y jugaron juntos, captando la esencia del espíritu salesiano: celebrar la vida con alegría y optimismo. La energía era contagiosa, se podía sentir en el aire. El mercado se convirtió en un espacio donde se fortalecieron amistades y se forjaron nuevos lazos.
El mercado de la feria SYM no fue sólo una actividad nocturna, sino que reflejó el tema general del sínodo: abrazar los sueños y profundizar en la fe. Recordó a los presentes la familia salesiana global de la que forman parte: una familia que celebra la diversidad, promueve la solidaridad y vive el espíritu de Don Bosco con entusiasmo y amor.
Al final de la velada, los participantes abandonaron el patio con algo más que recuerdos. Trajeron consigo el calor de nuevas amistades, la alegría de las experiencias compartidas y la inspiración para seguir viviendo la misión salesiana en sus propias comunidades. El mercado de la feria SYM fue un bello recordatorio del poder de la unidad en la diversidad y del perdurable espíritu de Don Bosco que sigue floreciendo en los corazones de los jóvenes de todo el mundo.