Ante un público procedente de más de 80 países de todos los continentes, Bolzetta repasó los documentos magisteriales de la Iglesia sobre el tema de la presencia en el mundo digital y analizó paralelamente las acciones correspondientes llevadas a cabo por sus exponentes - clero, religiosos y laicos.
Su análisis mostró cómo, al menos en la realidad italiana, la presencia de inspiración religiosa es un aspecto no desdeñable de la web, con al menos 16.000 sitios definidos como "católicos"; al mismo tiempo, sin embargo, el ponente advirtió del peligro de razonar sólo en términos cuantitativos para medir la eficacia de una presencia capaz de transmitir valores y -en última instancia- el mensaje del Evangelio.
Más bien, señaló la actitud confiada y abierta y el interés real con que la Iglesia ha afrontado y sigue acompañando la evolución del mundo digital: desde los primeros acercamientos online a mediados de los años noventa, pasando por la entrada cada vez más intensa en las redes sociales, hasta la gran atención actual hacia las potencialidades de la Inteligencia Artificial -a la que, por ejemplo, el Santo Padre Francisco ha dedicado este año dos Mensajes Pontificios: el de la Jornada Mundial de la Paz y el de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, lo que da testimonio de una consideración verdaderamente notable.
En relación con todo ello, el periodista instó a "no preguntarse ya si, sino cómo comprometerse con el mundo digital", y para despejar el campo de malentendidos, precisó que el encuentro digital que la Iglesia quiere proponer en la red no pretende en modo alguno sustituir al presencial, sino que pretende "utilizar la nueva tecnología para que sea generadora de relaciones".
El entorno digital, añadió el ponente, constituye un hábitat idóneo para el modelo de Iglesia propuesto por el Papa Francisco: sinodal, en movimiento y en salida; y los espacios digitales, que pueden entenderse justamente como un continente digital para la evangelización, son también naturalmente lugares apropiados para ejercitar la escucha y el encuentro, otros rasgos hoy fundamentales para un auténtico testimonio cristiano.
"La misión digital no es un área separada de la misión, sino una dimensión crucial del testimonio de la Iglesia en la cultura contemporánea", resumió, citando al Magisterio, antes de hacer un llamamiento al Jubileo de los Misioneros e Influyentes Digitales previsto para el próximo año.
En la segunda parte de su intervención, Bolzetta profundizó en el tema principal de la "frontera misionera" digital, el de la Inteligencia Artificial, con una visión equilibrada que no niega los peligros de su mal uso, pero al mismo tiempo no deja de señalar las infinitas oportunidades de su uso saludable.
A continuación, en su calidad de presidente de WeCa -asociación que cuenta ya con unos 20 años de historia como lugar de intercambio, formación y puesta en común para todos los amantes de las herramientas digitales-, invitó a los presentes a repensar e imaginar continuamente con creatividad cómo utilizar las tecnologías digitales al servicio de la misión; y lanzó también la propuesta de aprovechar la presente conferencia para organizar una gran red salesiana de comunicación y colaboración.
Por último, Bolzetta concluyó con una referencia a San Pablo, como incentivo para no descuidar la tarea de comunicar el Evangelio a los jóvenes en los espacios digitales: Pero, ¿cómo invocarlo sin creer en él? ¿Y cómo creer, sin haber oído hablar de él? ¿Y cómo oír hablar de él, si nadie lo predica?" (Rom 10,14).