En la zona “Libertad” donde se encuentra el Oratorio salesiano, muchos jóvenes pasan su tiempo en los bancos o jugando scooters o paseando con una moto. Son inexistentes los locales para los jóvenes... solamente pizzas para llevar y bares que cierran al atardecer.
Frente a esta realidad; la Comunidad Salesiana ha decidido abrir su propio Pub en el interior del Oratorio. “Será el Pub social nuestro punto de encuentro. Abierto para los muchachos hasta las 8 de la noche, para luego un poco más tarde un espacio para los mayores”, manifiesta el P. Francesco Preite, Director del Oratorio. “No hay alcohol ni cigarro”.
La idea nació hace unos meses, cuando el P. Preite leyó un aviso municipal donde se colocaba un Mapa promovido por la División de Desarrollo Económico que financiaba el 50% de los costos por la apertura de nuevas actividades comerciales, dando prioridad a las previstas en las periferias y en los barrios pobres.
"Nuestro proyecto - explica el P. Preite - asciende a 80 miles euros, y tenemos el soporte de la Municipalidad. Vamos a tener el apoyo de 40 mil euros, con la que podremos empezar el trabajo en pocas semanas”.
La estructura tiene capacidad para unas 20 personas, y en verano se convertirá un lugar para unas 50 a 70 personas, gracias a los asientos al aire libre. Además, el pub proporcionará automáticamente una oportunidad de formación y de ingreso en el mundo del trabajo. “En la primera fase que estamos programando están previstas 5 unidades de trabajo, seleccionados de entre los jóvenes que están siguiendo en estas semanas los cursos de formación. Si el proyecto funciona, entonces podremos asumir a otros jóvenes”, explica el P. Preite.
Y mientras que los muchachos piensan el nombre del Pub, la comunidad salesiana también espera que el nuevo servicio pueda relanzar el “Cineteatro”, una pequeña joya con 700 asientos, con capacidad para performances, proyecciones, conciertos, espectáculos y eventos culturales, pero que ha estado cerrado durante más de dos décadas, pues es un lugar que requiere una amplia remodelación.
Fuente: La Gazzetta del Mezzogiorno