Kazajistán – Visita exploratoria del Consejero General para las Misiones

28 Mayo 2024

(ANS – Atyrau) – El Padre Alfred Maravilla, Consejero General para las Misiones, realizó una visita exploratoria en Kazajistán, del 24 al 28 de mayo de 2024, por invitación del Padre Peter Sakmár, Administrador Apostólico de Atyrau. “Acepté la invitación porque es tarea del Consejero General para las Misiones explorar nuevas posibles fronteras para la Congregación”, explicó. El Consejero General llegó justamente en la solemnidad de María Auxiliadora. Durante la Eucaristía en la iglesia principal de la Administración Apostólica de Atyrau, encomendó esta visita a “Aquella que lo ha hecho todo”.

Ya en el siglo IV, el cristianismo estaba presente en esta parte de Asia central, el país más grande del mundo sin salida al mar, hoy conocido como “Kazajistán”. El franciscano Guillermo de Rubruck viajó a Kazajistán en 1254 y conoció a Möngke Khan y Sartaq Khan, bisnieto de Gengis Khan. Algunos años después, el Papa Nicolás III instituyó la diócesis de Kipchak, en la estepa de Kipchak. Los Kipchak practicaban el tengrismo, pero algunos de ellos se convirtieron al cristianismo.

Paradojalmente, fue Joseph Stalin, como líder de la Unión Soviética, quien causó un gran aumento de la población católica de Kazajistán, a través de la deportación de católicos de etnia polaca, alemana y lituana y de su clero a los campos de concentración del país. Algunos de estos sacerdotes contribuyeron a fundar la Iglesia, dentro de la cual el idioma más utilizado es el ruso.

En 1960, había dos iglesias católicas registradas oficialmente. Después de la caída del comunismo en 1991, el Papa Juan Pablo II instituyó una Administración Apostólica para toda Asia central. Pero, tras la caída del muro de Berlín, muchos católicos alemanes regresaron a Alemania, disminuyendo la población católica. En 1997, los otros países de Asia central se convirtieron en administraciones apostólicas separadas. En 1999, el Papa Juan Pablo II dividió Kazajistán en una diócesis y tres administraciones apostólicas. En 2003, el Papa Juan Pablo II elevó la diócesis de Astana, la capital, a arquidiócesis, y Almaty y Karaganda a diócesis. En 2020, ciento cuatro sacerdotes y ciento treinta y tres monjas servían en ochenta y una parroquias en todo el país.

Kazajistán es un Estado laico cuya Constitución garantiza la libertad religiosa. Está prohibida la “discriminación por motivos religiosos” y a todos se les asegura el “derecho a determinar e indicar o no su pertenencia étnica, partidaria y religiosa”. El reciente censo indica que la población total es de 20,075,271 personas. El 69,3% es musulmán y el 17,2% es cristiano. La libre práctica de la fe religiosa y la instauración de la plena libertad de culto han llevado a un aumento de la actividad religiosa. Desde 1990, se han construido cientos de mezquitas, iglesias y otras estructuras religiosas, todo esto en pocos años. Hay conversiones entre los “musulmanes culturales” y los “cristianos culturales”, ya que la conversión es un derecho constitucional garantizado.

La Administración Apostólica de Atyrau es una zona pastoral sui iuris que cubre la parte occidental de Kazajistán, en la frontera con Rusia, Turkmenistán y Uzbekistán. Tiene siete parroquias distribuidas en un área de 736,612 kilómetros cuadrados (más de dos veces Italia). La mayoría de los yacimientos petrolíferos del país se encuentran en esta parte occidental. Los católicos representan el 0,1% (2,650) de la población de Kazajistán occidental. En muchos jóvenes de hoy hay un deseo de trascendencia y una búsqueda de algo que no se logra identificar. Por lo tanto, la situación actual es un terreno excelente para el primer anuncio del Evangelio y para la pastoral destinada a fortalecer la fe de los pocos católicos.

A diferencia de otras diócesis, la Iglesia de Atyrau está realmente en sus inicios. Las siete parroquias de la Administración Apostólica son pequeñas y están alejadas entre sí. Algunas son solo casas sin un verdadero edificio de culto. El desafío ahora es alcanzar a los hablantes de kazajo. De hecho, algunas de estas parroquias se encuentran en lugares donde el 70% es de etnia kazaja. En la Administración Apostólica trabajan sacerdotes diocesanos provenientes de Polonia, Eslovaquia y Filipinas. Solo hay un grupo de monjas que trabaja en Atyrau.

El Administrador Apostólico explicó que ha buscado sin éxito la ayuda de Congregaciones religiosas, masculinas y femeninas en el prometedor, pero desafiante, trabajo del primer anuncio. Condujo al Padre Maravilla a visitar algunas parroquias y a encontrarse con algunos feligreses y jóvenes. “He visto la necesidad de alcanzar a los jóvenes, muchos de los cuales están buscando algo a lo que no saben dar un nombre”, explicó el Consejero General.

Durante sus conversaciones, explicó al Administrador Apostólico los criterios de la Congregación para aceptar abrir una nueva presencia en un país y los destinatarios preferidos de los Salesianos de Don Bosco: los jóvenes, especialmente los pobres, marginados y en peligro. “He venido solo para una visita exploratoria. Corresponde al Administrador Apostólico dar el siguiente paso”, prosiguió. El Padre Peter Sakmár aseguró que estos criterios y las condiciones presentadas por el Consejero General para las Misiones serán discutidos en su Consejo Presbiteral.

“El resto lo dejamos al Espíritu Santo, que sopla donde quiere”, concluyó el Padre Maravilla.

 

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