Los fieles de las presencias salesianas de Rondonópolis, Poxoréu y Primavera do Leste se unieron a los Xavante de la aldea de Sangradouro para la Misa presidida por el Cardenal en la mañana del miércoles 13 de marzo. Caravanas de fieles viajaron durante casi dos horas para participar en la Eucaristía y también para encontrarse con el Rector Mayor, convertido en Cardenal de la Iglesia Católica.

La comunidad había preparado el altar bajo las frondosas ramas de los grandes árboles de mango ubicados en el centro del pueblo. Casi una hora antes del inicio de la celebración, los Xavante se colocaron en círculo frente al altar. Sus cuerpos pintados y vestidos con trajes de fiesta dieron un tono de solemnidad a la celebración y exhibieron toda la riqueza cultural de este pueblo.

Tan pronto como llegó al pueblo, el Cardenal Fernández Artime recibió los ornamentos típicos de los Xavante, como regalo en reconocimiento a su autoridad. Después de él, también los demás misioneros, Salesianos e Hijas de María Auxiliadora, recibieron ornamentos similares, en reconocimiento a su trabajo realizado con amor al servicio del pueblo xavante.

La misma celebración logró representar adecuadamente la feliz comunión y armonía alcanzadas en las misiones por parte de la Familia Salesiana y la población indígena: de hecho, tal como había sucedido en la Misa en la aldea de Nuestra Señora de Fátima, en la colonia salesiana de São Marcos, en Sangradouro todos los cantos litúrgicos fueron ofrecidos en lengua xavante; en cambio, las lecturas fueron proclamadas en portugués; y el Evangelio tuvo dos proclamaciones, tanto en lengua xavante como en portugués – la primera a cargo del Padre Vanderson Gomes de Souza, Director de la presencia salesiana en Rondonópolis, y la segunda, a cargo del Padre Joseph Tran Van Lich, misionero salesiano vietnamita destinado en Sangradouro.

Durante la homilía, pronunciada en portugués por el X Sucesor de Don Bosco y traducida simultáneamente al idioma xavante por el jefe de la aldea, el Rector Mayor destacó el amor infinito de Dios por cada uno de sus hijos. El cardenal aprovechó la presencia de muchas madres con niños pequeños en brazos para preguntar a todos: “¿Alguna de estas madres, xavante o no, podrá olvidar o menospreciar al niño que tiene entre sus brazos? Es imposible. Pero incluso si eso sucediera, Dios nunca se olvidaría de ninguno de ustedes”, dijo.

Al final de la Misa, un grupo de niños cantó y bailó en honor a María Auxiliadora, y la Madre de Jesús también fue recordada por uno de los ancianos de la comunidad, en un discurso de agradecimiento por el trabajo y la presencia de los salesianos entre las poblaciones nativas.

Después de una celebración tan evocadora, digna conclusión de su recorrido por las misiones salesianas en las tierras de los pueblos indígenas, el Cardenal Fernández Artime continuó su viaje hacia Cuiabá, donde llegó por la tarde y fue recibido nuevamente con grandes honores y celebraciones, dentro de la iglesia-santuario de María Auxiliadora por parte de los jóvenes alumnos del centro educativo salesiano y los diversos grupos pastorales allí activos.

Euclides Fernandes

Fuente: Inspectoría BCG

• Title Title
• Title Title
• Title Title
•  

Tweet