Actualmente, el asentamiento alberga a ochenta y ocho familias musulmanas en casas temporales hechas de bambú y láminas de lata. Desde que los refugiados dejaron de recibir el apoyo mensual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), están sometidos a un gran estrés para encontrar refugio y trabajo para alimentar a sus familias. El único documento gubernamental del que disponen es la tarjeta de estatus de refugiado emitida por ACNUR, lo que impide al gobierno nepalí expulsarlos.
Los estudiantes de la escuela salesiana observaron las condiciones del asentamiento, se reunieron con algunos de sus habitantes y escucharon sus historias de migraciones continuas de un lugar a otro, después de haber sido acogidos como refugiados en Nepal hace unos doce años. El propósito principal de la visita de los estudiantes de Don Bosco fue distribuir paquetes de alimentos, ropa abrigada y docenas de paquetes de ropa para mujeres, niños y hombres que los estudiantes habían recopilado durante la temporada navideña.
El grupo de refugiados rohingya ha recibido ayuda varias veces de los salesianos de Nepal con alimentos, ropa, materiales para sus viviendas, suministros de higiene, y hace unos meses, los salesianos facilitaron la llegada de una carga de ayuda de un benefactor alemán para su sustento. De los refugiados rohingya acogidos allí, treinta y cinco son niños que asisten a escuelas cercanas, aunque a veces no pueden pagar las tarifas escolares. Además de los salesianos, varias otras instituciones privadas, ONG y organizaciones cristianas también les brindan apoyo oportuno a través de bienes materiales.